Los astronautas quieren comer patatas fritas y, hasta ahora, esto no era posible. En la Tierra cocinar patatas fritas supone invertir un par de minutos, pero en el espacio exterior la situación es completamente diferente. De hecho, la Agencia Espacial Europea ha tenido que poner manos a la obra a un grupo de científicos para que esto sea una posibilidad.

Patatas fritas en el espacio gracias a una freidora que funciona en el espacio. Hasta la fecha la dieta de los astronautas consistía en diferentes alimentos envasados, muchas veces, deshidratados para que puedan mantenerse comestible durante largos periodos de tiempo. Ahora la dieta de estos astronautas cambiaría por completo.

Obviamente, la freidora de patatas fritas para el espacio está todavía en la Tierra. El experimento desarrollado por la Agencia Espacial Europea ha querido conocer cómo sería el funcionamiento de un electrodoméstico de este tipo en el espacio, teniendo en cuenta todas las condiciones especiales que ha de superar para ser operable.

Estudiar cómo funciona el hecho de freír en el espacio es la idea general de este experimento. Para conseguirlo se han hecho diferentes pruebas en microgravedad utilizando la freidora desarrollada por la Agencia Espacial Europea. Los datos obtenidos son de vital utilidad para ampliar la dieta de los astronautas en el futuro.

Hacer patatas fritas en el espacio será posible gracias a esta freidora

La freidora que se ha desarrollado está completamente cerrada. Se han tomado las medidas necesarias para que esta freidora no suponga un problema para los astronautas en caso de que el aceite escape. De hecho, el proceso es básicamente automático ya que solo hay que introducir y sellar la freidora para que empiece la cocción.

Estos hallazgos son de gran importancia para futuras misiones espaciales de larga duración, donde la cocción de alimentos será esencial para mantener la salud y el bienestar de los astronautas. Comprender cómo se comporta la cocción en condiciones de microgravedad permitirá diseñar sistemas de cocina más eficientes y seguros para su uso en el espacio.

Además de los beneficios prácticos, el estudio de la cocción en microgravedad también tiene implicaciones científicas más amplias. 

Al comprender mejor los procesos de transferencia de calor y las interacciones entre los alimentos y el entorno de microgravedad, los investigadores pueden obtener información valiosa sobre la física de los materiales y los mecanismos de transferencia de calor en general.

A medida que la humanidad se aventura cada vez más en el espacio, comprender y dominar los procesos culinarios en microgravedad se vuelve cada vez más importante para garantizar el bienestar de los astronautas y el éxito de las misiones espaciales.