Un nuevo estudio revela que la microbiota intestinal podría estar relacionada con el Alzheimer
- Una investigación reciente sugiere que la composición de las bacterias que habitan en el intestino podría influir en el desarrollo del Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a la memoria.
- El estudio encontró diferencias significativas en la microbiota intestinal entre personas sanas y personas con la afección, lo que abre la posibilidad de diseñar nuevos tratamientos.
Las enfermedades neurodegenerativas, especialmente el Alzheimer, se encuentran en una tendencia creciente a nivel mundial. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2030, se espera que unos 80 millones de personas padezcan esta enfermedad.
Estas cifras son sin duda alarmantes que ponen de manifiesto la necesidad de investigar, así como desarrollar estrategias de detección temprana que ayuden a tratar antes de tiempo el Alzheimer.
En este sentido, estudios recientes en animales han demostrado que este padecimiento puede transmitirse a ratones jóvenes mediante una transferencia de microbios intestinales, esto confirma un claro vínculo entre el sistema digestivo y la salud del cerebro.
La patóloga Margo Heston de la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, en colaboración con otros investigadores, analizaron muestras de heces de 125 personas, incluidas personas con Alzheimer y personas sanas.
Encontraron que las personas con la enfermedad tenían niveles más altos de calprotectina fecal, un signo de inflamación en el intestino. También encontraron que tenían niveles más altos de otros biomarcadores de la enfermedad, y que sus puntuaciones en las pruebas cognitivas eran más bajas.
"Mostramos que las personas con la enfermedad de Alzheimer tienen más inflamación intestinal, cuando observamos las imágenes cerebrales, aquellas con una mayor inflamación intestinal tenían niveles más altos de acumulación de placa amiloide en el cerebro".
¿Cómo puede la inflamación intestinal afectar al cerebro?
Getty
Los investigadores creen que los cambios en la microbiota intestinal pueden desencadenar alteraciones intestinales que conducen a una inflamación en todo el sistema. Al final, esto puede aumentar la permeabilidad intestinal, lo que permite que las toxinas y las moléculas inflamatorias entren en el torrente sanguíneo.
"Este estudio, aunque no es definitivo, proporciona evidencia adicional de que los cambios en la salud intestinal podrían estar relacionados con la patología del Alzheimer".
Esto, a su vez, puede provocar una inflamación sistémica, que puede alterar la barrera hematoencefálica y promover la neuroinflamación, que puede dañar las células cerebrales y contribuir al desarrollo de la enfermedad.
Los científicos están realizando más estudios para comprender mejor este vínculo y cómo podría utilizarse para desarrollar nuevos tratamientos para el Alzheimer, que padecen millones de personas en todo el mundo.
Otros artículos interesantes:
Descubre más sobre Juan Manuel Delgado, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.