El pingüino barbijo es uno de los más abundantes del planeta. Y han descubierto una sorprendente capacidad: no necesita dormir. Sustituye 11 horas de sueño por 10.000 siestas de cuatro segundos al día.

Este descubrimiento rompe todas las normas sobre el sueño que se conocen de los humanos, y la mayoría de los animales. En nuestro caso, por ejemplo, despertarse continuamente y dormir en pequeños ratos, como ocurre con las personas que sufren apnea, produce enfermedades, y se relaciona con el Alzheimer.

La capacidad de los pingüinos barbijos para evitar dormir varias horas, echándose 10.000 microsiestas de cuatro segundos al día, ha sorprendido a los científicos de Centro de Investigación en Neurociencias de Lyon, que han publicado el estudio en la revista Science.

Los pingüinos que nunca duermen

Los pingüinos barbijo viven en la Antártida, y es una de las especies más abundantes: hay más de ocho millones de parejas reproductoras. Son muy fáciles de identificar porque tienen una banda negra por debajo de la barbilla, que recorre su cara. Da la impresión de que llevan un casco.

Los investigadores colocaron un GPS, electrodos y sensores de movimiento a 14 ejemplares en época de apareamiento, en una colonia de la isla Rey Jorge, en la Antártida:

Además, los grabaron con cámaras, para corroborar los resultados de las mediciones.

El descubrimiento les dejó con la boca abierta. Su actividad cerebral y los sensores de movimiento certificaron que no dormían largos periodos de tiempo, como ocurre con la mayoría de los animales. Lo sustituían por 10.000 siestas al día, de una media de cuatro segundos de duración.

En total, estas microsiestas suman 11 horas de descanso diarias. Y las llevan a cabo tanto de pie, como tumbados.

Los expertos especulan con que esto se debe a que en la época de apareamiento y cría, deben estar alerta las 24 horas del día. Durante la cría, el macho o la hembra parte a por comida, y su pareja se queda a proteger el nido de aves como los págalos, que quieren comerse a las crías, y de otros pingüinos, que buscan robarles partes de su nido, para usarlas ellos.

Estos pingüinos robot han batido el récord Guinness saltando a la comba (vídeo)

Los autores del estudio comprobaron que estas microsiestas eran más largas en la periferia de la colonia y más cortas en el centro. Quizá porque había más ruido, o debían estar más alerta ante el robo de material del nido.

No se sabe si este sorprendente método de descanso es temporal, solo en la época de cría, o lo practican toda su vida, según explica Science Alert.

Ahora los científicos quieren estudiar más en profundidad las peculiaridades del cerebro de estos pingüinos barbijo, capaz de "desconectarse" y volverse a conectar, 10.000 veces al día. Quizá tenga aplicaciones para tratar la apnea.

La naturaleza nunca deja de sorprendernos. Ahora sabemos que los pingüinos barbijo no duermen: en su lugar se echan 10.000 microsiestas de cuatro segundos al día. Es un comportamiento que no se ha observado en otros animales.