Por primera vez, se recupera ARN de una especie desaparecida hace varias décadas

La comparación con otras especies similares ha facilitado la reproducción del ARN del tigre de Tasmania, extinto hace 87 años. Un gran avance científico sin procedentes con muchas implicaciones en el futuro.
El avance tecnológico continúa sorprendiéndonos día a día. Esta vez, la comunidad científica ha logrado un hito impresionante: la recuperación de ARN del tigre de Tasmania, una especie ya extinta. La ciencia avanza, y quién sabe si algún día podrá traer de vuelta a los seres que desaparecieron.
El tigre de Tasmania, también conocido como tilacino o lobo marsupial, es un animal que dejó de existir hace décadas. El estudio de Genome Research ha conseguido recuperar el ARN. ¿Qué significa?
El ARN, o Ácido Ribonucleico, es una de las dos principales macromoléculas, junto con el ADN (Ácido Desoxirribonucleico), que juegan un papel esencial en la codificación, decodificación, regulación y expresión de los genes en nuestras células. Así, mientras el ADN almacena la información genética, el ARN actúa para llevar esa información a otras partes de la célula.
El estudio fue realizado por un equipo internacional de expertos que se basó en diversas técnicas avanzadas. El propósito de este uso fue identificar coincidencias con otras especies, partiendo de la secuenciación y estudio del ARN de un tigre de Tasmania de 130 años conservado en el Museo de Historia Natural de Estocolmo.
Compararon genomas de especies como el demonio de Tasmania o la zarigüeya
La estructura secundaria del ARN se predijo utilizando un software llamado mFold, una herramienta enfocada en reproducir gráficamente la estructura de moléculas de ARN, mediante la cual pudieron comparar con otras especies.
Emplearon los datos de genomas de otros animales como el demonio de Tasmania y la zarigüeya. Estos genomas se obtuvieron de bases de datos públicas y privadas, incluyendo el DNA Zoo Consortium, una biblioteca de genomas.
Este avance abre puertas a futuras investigaciones, como poder estudiar y comprender especies extintas a través de su ARN puede ofrecer respuestas sobre su biología, evolución y tal vez, en un futuro lejano, discutir posibilidades de resurrección.
Con la recuperación del ARN del tigre de Tasmania, la ciencia nos recuerda que, aunque una especie pueda desaparecer físicamente, su legado genético tiene la posibilidad de perdurar y ser estudiado por las generaciones venideras. Un hallazgo que, sin duda, marcará historia.
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Descubre más sobre Raúl Barrón, autor/a de este artículo.
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