El misterioso simoscopio de Zhang Heng ya detectaba los terremotos hace 1.900 años
Siente China
- En el año 132, el polímata chino Zhang Heng construyó el precursor del sismógrafo, capaz de detectar terremotos e indicar la dirección de dónde provenían.
- Zhang Heng también inventó el precursor del telescopio, y descubrió 320 nuevas estrellas, a las que puso nombre.
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Zhang Heng está considerado el Leonardo da Vinci chino... 1.300 años de que naciese el genio italiano. Científico, astrónomo, pintor, inventor y escritor, uno de los inventos más destacados de Zhang Heng fue un simoscopio capaz de detectar terremotos. ¡Y funciona!
Hoy en día podemos medir la intensidad de los terremotos con gran precisión, pero aún no podemos predecirlos. El simoscopio de Zhang Heng tampoco los predice, pero sí detecta terremotos imperceptibles para los humanos, o que se producen a cientos de kilómetros, e incluso revela en qué dirección se han producido.
El sismógrafo fue inventado en 1842 por el físico escocés James David Forbes. Así que Zhang Heng diseñó este precursor 1.700 años antes. Puedes verlo en la foto de apertura de la noticia.
El simoscopio de Zhang Heng
Además de dejar para la posteridad memorables poemas y escritos, Heng fue durante años astrónomo real. Con un rudimentario telescopio que inventó, llegó a mapear 2.500 estrellas. Descubrió 320 nuevas, a las que puso nombre.
Era también científico e inventor. Hace 1.900 años, Zhang Heng conocía las consecuencias de los terremotos, pero estaba completamente equivocado sobre su origen.
Llamó a su invento "Veleta de terremotos", porque creía que estaban provocados... por el viento. Pese a que su teoría era errónea, sí sabía cómo se producían: se movía el suelo. Gracias a eso, su simoscopio funciona perfectamente.
El detector de terremotos de Zhang Heng se compone de una especie de vasija de metal que tiene ocho dragones a su alrededor, cada uno de ellos con una bola de metal en la boca. Justo debajo de cada dragón, hay un sapo.
Cada dragón se orienta hacia una de las ocho posiciones cardinales: norte, sur, este, oeste, noroeste, etc.
La clave es el péndulo que cuelga en el interior de la vasija, conectado mediante un alambre a los ocho dragones. Puedes verlo aquí:
Cuando se producía un terremoto, por leve que fuese o alejado que esté, el péndulo se movía en una dirección, según el desplazamiento de las placas tectónicas. Esto hacía que el dragón correspondiente soltase la bola de metal, que caía en la boca del sapo.
Los guardias que vigilaban la "veleta de terremotos" oían el ruido de la bola de metal cayendo en el sapo, y según cuál era, podían saber en qué dirección se había producido un terremoto.
Fue muy famoso en la época, y han quedado escritos, el registro de un terremoto en dirección a Kasu, a 600 Kilómetros de la corte, según apuntaba el sapo. Unos días después, llegó un mensajero de Kasu, avisando de que la ciudad había sufrido un terremoto.
El curioso simoscopio de Zhang Heng era capaz de detectar terremotos, hace 1.900 años. Resultó muy útil, porque podía detectar la dirección de un terremoto días antes de que llegasen los mensajeros, así que podían enviar ayuda con antelación. Un invento digno de un genio.
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Descubre más sobre Juan Antonio Pascual Estapé, autor/a de este artículo.
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