Mucha gente piensa que vivimos una época de excesiva corrección política, en la que la censura (o lo que es peor, la autocensura) campa a sus anchas, sobre todo en todo lo relacionado con las redes sociales e Internet en general. Pero la realidad es que no se trata de un fenómeno nuevo, ni mucho menos. 

Muchas obras maestras clásicas han tenido que sufrir feroces ataques a lo largo de su historia, por mucho que ahora la mayoría del público las adore. Recordamos 5 libros que estuvieron prohibidos por la censura y ahora son todo un éxito. 

El amante (Marguerite Duras, 1984)

No hace falta remontarse a los tiempos del Marqués de Sade para encontrarse con libros que no fueron bien recibidos por muchos, debido a su explícita sensualidad. En 1984, El amante, escrito por la autora francesa Marguerite Duras, fue prohibido en muchos lugares públicos de Estados Unidos y algunos países europeos, en parte por los fetiches y tabús que transgredía. 

La historia, adaptada notablemente al cine en 1992 por Jean-Jacques Annaud (El nombre de la rosa), narraba una polémica historia de amor ambientada en Indochina. Lo que no todo el mundo sabe es que la autora se basó en ella misma para crear a la jovencísima protagonista del libro. 

Lolita (Vladimir Nabokov, 1955)

Publicado en 1955, Lolita sigue siendo una de esas novelas que despertó controversias en el momento de su publicación, pero que sigue haciéndolo en la época actual. Sobre todo por la obsesión de su protagonista Humbert Humbert, con la menor Dolores Haze (Lolita) y su actitud en ocasiones cínica e irónica. 

Aún así, está considerado uno de los grandes clásicos del siglo XX y ha sido adaptada al cine en varias ocasiones (endulzando bastante el mensaje principal del libro, eso sí). 

El exorcista (William Peter Blatty, 1971)

Hoy en día todo el mundo conoce El exorcista, incluso aquellos que nunca han visto la película. Pero cuando la novela en la que se basa el film vio la luz en 1971, la censura también se cebó bastante con ella, especialmente en Estados Unidos y Australia. 

Sobra decir que gran parte de la comunidad religiosa de su época la consideró una blasfemia, por mucho que, al menos supuestamente, esté inspirada en hechos “reales”. Pese a todo, el libro fue un éxito y vendió millones de ejemplares, lo que llevó a que no tardara en adaptarse a la gran pantalla. 

Cien años de soledad (Gabriel García Márquez, 1967)

Hoy en día prácticamente nadie duda que Cien años de soledad, escrita por el colombiano Gabriel García Márquez, es uno de los mejores libros de todos los tiempos, máximo exponente del realismo mágico sudamericano. Pero cuando se publicó en 1967, no todo el mundo opinó lo mismo. 

De hecho, fue precisamente en América donde fue prohibido en lugares como Argentina o Chile. Muchas dictaduras militares lo consideraron una obra peligrosa, cabe suponer que para sus propios intereses. 

El extranjero (Albert Camus, 1942)

Novela existencialista donde las haya, las autoridades nazis no vieron con buenos ojos este clásico universal. Por eso, cuando el libro vio la luz allá por los años 40 del siglo pasado, fue prohibido en Alemania y en Francia (que estaba ocupada por las tropas de Hitler en aquellos momentos). 

Con el tiempo, El extranjero ha sido alabada y estudiada por todo tipo de generaciones, encontrando en ella una visión rotunda y contundente de la existencia humana. 

Matar a un ruiseñor (Harper Lee, 1960)

Publicada en 1960, Matar a un ruiseñor tocaba temas como la exploración del racismo y la injusticia racial. En escuelas y bibliotecas de varios estados de Estados Unidos, la obra fue prohibida o restringida por representar situaciones y personajes que desafiaban las normas segregacionistas de la época.

Pese a ello, el libro ganó el Premio Pulitzer en 1961 y se convirtió en un referente en la lucha contra la discriminación racial.

Estos ejemplos de libros prohibidos por la censura, y que, en cambio, ahora son todo un éxito, demuestran que a pesar de los pensamientos intransigentes y la supuesta preservación de las morales dominantes, la calidad siempre se abre camino, antes o después.