Gracias a Legendary y Warner, en los últimos años todos los apasionados al kaiju eiga (películas de monstruos gigantes japoneses) han podido disfrutar de unas cuantas superproducciones con el mítico Godzilla como protagonista. Pero la dilatada carrera de este saurio nipón acumula ya 60 años de historia en sus espaldas radiactivas.  

Ahora, con la nueva Godzilla y Kong: el nuevo imperio, del director Adam Wingard, próxima a su estreno en cines, es un buen momento para repasar lo mejor de la filmografía del monstruo. Estas son, al menos a nuestro juicio, las 5 películas clásicas de Godzilla que tienes que conocer sí o sí. 

Japón bajo el terror del monstruo (1954)

La primera película de Godzilla, producida por la compañía Toho y dirigida por el gran Ishiro Honda es, simplemente, la mejor entrega de toda la franquicia. No solo por el tono melancólico que le da el blanco y negro (que además camufla un poco las limitaciones de los efectos especiales), sino por su evidente mensaje antinuclear y tono dramático.

Con una marcada inspiración de cintas anteriores como King Kong, Japón bajo el terror del monstruo es un auténtico clásico, que marcó las bases para todo lo que llegaría después (maquetas, señores con trajes imposibles, etcétera) y creó un género como tal. Hasta ahora, ningún otro clásico del género ha logrado superarla, a pesar de los años.

Invasión extraterrestre (1968)

A lo largo de las décadas de los 60 y los 70, Godzilla protagonizó un montón de películas cada vez más delirantes, que poco a poco fueron volviéndose más comerciales e infantiles, por decirlo de alguna manera. Pero entre ellas hay algunas joyas que los fans del kaiju eiga tienen como obras de culto. Invasión extraterrestre es, seguramente, la más pulida de todas. 

También con el maestro Ishiro Honda a los mandos, esta película tenía todos los ingredientes típicos de las películas de monstruos japoneses, pero elevados a la enésima potencia, reuniendo gran cantidad de colosos, efectos especiales y una banda sonora memorable. Dentro de lo que se puede esperar de este particular género, claro, o lo adoras o te odias. 

El retorno de Godzilla (1984)

Por alguna razón, las películas en las que Godzilla acapara todo el protagonismo, sin otros monstruos a los que enfrentarse de por medio, han terminado siendo las más destacables de su filmografía. Dentro de las muchas reinvenciones que ha tenido la franquicia, El retorno de Godzilla (o simplemente Godzilla) de 1984 es una de las más cuidadas. 

La entrega supuso un punto de inflexión con todo lo anterior, un reboot, como se suele decir ahora, y en cierta manera pudo considerarse el punto de partida de una de las épocas más notables de la criatura. 

Godzilla vs Biollante (1989)

Ya con el aspecto más salvaje y aterrador que luciría a lo largo de los años 90 (y el cual casi todo el mundo tiene en mente al pensar en Godzilla), Godzilla vs. Biollante enfrentó al monstruo a uno de sus enemigos más originales y singulares: una criatura nacida partir de células de planta y de mujer, Biollante. 

También se trata de una de las películas más apreciadas por los fans del saurio, incluso por encima de la posterior Godzilla contra King Ghidorah (1991), que supuso un delirio de ciencia ficción con viajes en el tiempo, androides y situaciones realmente incalificables (sí, incluso tratándose de un kaiju eiga). 

Godzilla: Minus One (2023)

Para muchos, la mejor película de Godzilla jamás realizada, al menos en Japón. Siendo justos, puede decirse que tanto Godzilla Minus One como Shin Godzilla, ambas creadas por la Toho en Japón, dan sopas con ondas a todas las entregas modernas de Legendary, en cuanto a profundidad, significado y carisma, a pesar de tener presupuestos más ajustados. 

En Minus One, el monstruo hace estragos en un Japón que acaba de salir de la Segunda Guerra Mundial. Quizá la única que, en términos de calidad y dramatismo, puede competir con la original de 1954. 

Por mucho que Godzilla tenga infinidad de películas entre las que elegir, con sus defensores y detractores, lo cierto es que estas pueden ser un buen comienzo para analizar sus etapas más interesantes.