Termina el misterio del tomate perdido en la Estación Espacial Internacional. Para alivio del astronauta Frank Rubio, su honor e integridad quedan limpios. No se comió el famoso tomate espacial, ya que acaba de aparecer, ocho meses después, en un rincón de la estación.

"A nuestro buen amigo Frank Rubio... se le ha culpado durante bastante tiempo de comerse el tomate, pero podemos exonerarle. Lo hemos encontrado", reveló la astronauta Jasmin Moghbeli, entre risas, en un streaming desde la Estación Espacial Internacional (ISS), el pasado 6 de diciembre.

Fran Rubio se convirtió hace unas semanas en el astronauta norteamericano que ha pasado más tiempo en el espacio: 371 días. Contra su voluntad, porque solo iba a estar seis meses. "Si llego a saber que estaría un año, no habría aceptado la misión", llegó a decir.

El misterio del tomate perdido en el espacio

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Durante su año en la Estación Espacial Internacional, Rubio fue uno de los astronautas encargados del experimento Veg-05, que consiste en cultivar tomates en el espacio, y estudiar su evolución, sabor, propiedades, etc.

Estos tomates solo reciben luz ultravioleta, y están sometidos a condiciones de microgravedad.

El experimento ha tenido que superar bastantes problemas para obtener tomates maduros y comestibles. Cuando finalmente lo consiguieron, Frank Rubio recibió una bolsa transparente con un tomate para analizar. Pero... la bolsa se perdió.

Hay que decir que el tomate, de la clase enano Robin rojo, solo medía 2,5 centímetros de diámetro. En la Estación Espacial Internacional los objetos flotan en el aire, y está llena de cajas, bolsas, y todo tipo de tubos y cables, así que el pequeño tomate podría estar en cualquier sitio.

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Este incidente provocó una broma interna entre la tripulación de la ISS, ya que culparon a Rubio de comerse el tomate. El bueno de Rubio ha tenido que aguantar la broma ocho meses, pero al final su honor ha quedado restablecido.

"Me pasé muchas horas buscando esa cosa", bromeó Rubio durante una retransmisión en directo en septiembre. "Estoy seguro de que el tomate disecado aparecerá en algún momento y me reivindicará, dentro de años", dijo cuando aún estaba en la estación espacial.

El misterio del tomate perdido en la Estación Espacial Internacional ha sido resuelto, y bien está lo que bien acaba. Frank Rubio puede respirar tranquilo, y el tomate errante no ha ocasionado ningún problema de obstrucción en la estación.