Un grupo de expertos en ciberseguridad llevó a cabo un simulacro de piratería ética en el que lograron hackear y tomar el control total de un satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA). El objetivo de este ejercicio fue demostrar la vulnerabilidad de los sistemas satelitales y la necesidad de reforzar la seguridad en el espacio.

Eso sí, todo ello ha sido registrado por la Agencia Espacial Europea y, de hecho, esta agencia estaba de acuerdo en que se realice este simulacro ya que querían comprobar la seguridad de sus satélites. El nanosatélite OPS-SAT fue el elegido como víctima de este experimento y todo salió como se esperaba.

El equipo experto de la empresa Thales ha indicado que lograr traspasar las medidas de seguridad de este satélite no ha sido nada complicado. De hecho, consiguieron acceder al sistema de posicionamiento global del satélite lo que les permitía cambiar la orientación o posición del satélite a placer si es lo que hubiesen querido.

En un comunicado, Thales advierte que la intromisión en estos sistemas sin autorización puede generar graves daños en el satélite e incluso hacer que la misión pierda su control. La empresa presentó esta demostración para ilustrar la importancia que tienen los niveles de resiliencia cibernética en las agencias y compañías que exploran el espacio.

Hackear un satélite para demostrar su mala seguridad es lo que ha hecho esta empresa

La Agencia Espacial Europea deja claro que el control del nanosatélite OPS-SAT ha estado siempre en sus manos. Además, indica que la empresa no realizó ningún tipo de movimiento o maniobra arriesgada en el regreso a la tierra de este satélite. Lo que hace que sea todavía más curiosa la situación por parte de esta empresa.

Mientras tanto, los expertos en ciberseguridad han afirmado que usaron permisos de acceso estándar para operar el entorno de aplicaciones y encontraron vulnerabilidades que les permitieron insertar malware en los sistemas. Con la ayuda de código malicioso, pudieron comprometer los datos transmitidos a la Tierra y manipular las imágenes capturadas por la cámara del satélite.

En definitiva, hackear un satélite es algo realmente peligroso y que se realiza desde hace varias décadas. Puede que la tecnología de estos equipos sea la más avanzada, pero está claro que hay situaciones que se pueden mejorar como es el hecho de tener elementos tan fáciles de vulnerar que no suponen un esfuerzo para los atacantes como los ciberdelincuentes.