Puede que hayas escuchado hablar del Feng Shui, sobre todo desde que está bastante de moda en las redes sociales. Básicamente, esta filosofía de origen chino se basa en mantener una organización del espacio para conseguir una energía positiva. Algo que puede aplicarse en muchos sentidos, pero que cobra incluso una mayor importancia a la hora de colocar tu cama. 

¿Puede el Feng Shui mejorar tu calidad del sueño? Si se atienden a sus principios tradicionales, la respuesta es sin duda positiva. Además, solamente consiste en seguir una serie de consejos que cualquiera puede poner en práctica. Te contamos la mejor forma de hacerlo. 

La importancia de la simetría

El Feng Shui se basa, principalmente, en mantener un equilibrio, y eso pasa sobre todo por darle una gran importancia a la simetría. En un sentido práctico, esto quiere decir que si tienes la cama en mitad de la habitación, es aconsejable que las mesillas se encuentren exactamente a la misma distancia de ella, o que esta esté exactamente en el medio del cuarto.

Esto no solo mejorará la estancia a nivel estético, sino que además, en teoría, ayudará a conseguir un flujo de energía más armonioso, que es de lo que se trata. 

¿Poner la cama debajo de la pared? Mejor no

En el Feng Shui, las ventanas son portales a la energía externa, permitiendo que la luz y el aire fluyan hacia el interior. Sin embargo, colocar la cama directamente debajo de una ventana no suele entenderse como una buena idea en general. 

Desde el punto de vista del Feng Shui, la cama es un lugar sagrado para el descanso y la regeneración, y su posición debe optimizar la circulación de energía positiva. Situar la cama bajo una ventana no solo restaría intimidad al descanso, sino que también puede provocar más ruidos e interrupciones del sueño provenientes del exterior. 

Qué es Reiki: verdades y mentiras, ¿sirve realmente para algo?

Colores y elementos naturales

El Feng Shui enfatiza la importancia de los elementos naturales y los colores suaves en el dormitorio para crear un ambiente relajante. Utiliza materiales naturales como madera, algodón y lino en la ropa de cama y muebles. Y evita el exceso de colores vibrantes o patrones llamativos, ya que pueden generar una energía demasiado intensa que dificulte el descanso.

Opta por colores suaves y relajantes, como tonos de azul, verde o tonos neutros, que fomenten la calma y la serenidad. Introduce elementos naturales, como plantas y cristales, para equilibrar la energía y conectar la habitación con la naturaleza.

La cama, mejor junto a una pared

La posición de la cama es crucial en el Feng Shui, y colocarla pegada a una pared sólida puede proporcionar una sensación de estabilidad y apoyo. O sea, mayor sensación de seguridad. Preferiblemente, elige la pared que te brinde una vista clara de la puerta sin estar directamente alineado con ella. 

Esta disposición crea un efecto visual y energético de seguridad, permitiendo que la energía fluya suavemente alrededor de la cama. Supuestamente, colocar la cama en el centro de la habitación puede generar una sensación de inestabilidad.

No pongas la cama frente a la puerta

Otra regla fundamental en el Feng Shui es evitar que la cama esté directamente frente a la puerta del dormitorio. Es más, esta posición se conoce como "la posición del ataúd", ya que puede generar una sensación de vulnerabilidad. 

En su lugar, coloca la cama de manera que puedas ver la puerta pero sin estar en línea recta con ella. Esta disposición proporciona una sensación de control y seguridad durante el sueño.

Al final, seguir todos estos consejos tiene el mismo propósito: lograr una mayor sensación de bienestar, aumentar la relajación a la hora de irte a dormir y, sobre todo, alcanzar un sueño más tranquilo y reparador, más aún si sufres problemas de insomnio. Si todo ello se quiere llamar energía, por qué no hacerlo.