Parecía una broma. Todo el mundo creía que así era. Pero no, Elon Musk estaba dispuesto a comprar la red social Twitter porque, como usuario adicto, le "molestaba" lo poco que avanzaba. Musk siendo Musk, no permitiría que la compra de una empresa fuese simple. No. La adquisición de Twitter se convertiría en un verdadero culebrón.

Todo empezó a mediados de marzo de 2022 cuando Elon Musk compró silenciosamente más del 9% de las acciones de Twitter, que por entonces era una empresa listada en la bolsa de Nueva York.

Para complacerle y como accionista con derechos, a principios de abril la dirección de la plataforma le cedió un asiento en el consejo de administración, algo que en un inicio aceptó y rechazó un par de días después. De nuevo, Musk siendo Musk. No fue hasta mediados de abril, solo un mes después de la compra de acciones, decidió hacer una puja por la compra de toda la empresa con una apuesta: 54,20 dólares por acción, es decir, valorando Twitter en 43.000 millones de dólares, un 38% por encima del valor en ese momento.

En tan solo 10 días Twitter aceptó el precio del directivo. Pero no, no todo podía ser tan fácil. Para mediados de mayo Musk anunció que retiraba su oferta por información falsa referente al número de usuarios activos y nivel de bots en la plataforma. Twitter demandó a Musk ante un tribunal de Delaware (EEUU), tradicionalmente favorable a que los contratos firmados se cumplan.

Finalmente, ya en octubre y en el último día que el tribunal dio para llegar a un acuerdo, Musk acepta pagar el precio inicial, con un coste total de 44.000 millones de dólares, según ABC.

Y es aquí es cuando empieza la era Musk en Twitter. El 27 de octubre de 2022 se completó la adquisición y se convertía en CEO.

Twitter, año 0 de la era de Elon Musk

La llegada de Elon a Twitter no podía ser normal. Musk aterrizó a las oficinas de Twitter en San Francisco con un lavabo en las manos para que el chiste "Entering Twitter HQ – let that sink in!", tuviese sentido (es un juego de palabras, "sink in" se traduce como asimilar, pero en inglés sink significa lavabo).

La primera decisión fue despedir al equipo directivo de Twitter. En una semana empezó a despedir a la gran mayoría de sus 7.500 empleados. Muchos se enteraron porque no podían acceder a sus portátiles, correo electrónico o Slack, una popular aplicación de chat para empresas.

Los despidos masivos de Twitter dejaron a la empresa con el personal mínimo que además debía decidir si volver a trabajar a sus oficinas o dejar su puesto, ya que Musk es un gran detractor del trabajar desde casa.

El primer producto de Elon en Twitter fue Twitter Blue, un servicio de suscripción que por 8 dólares al mes cualquier usuario puede acceder a una insignia azul de verificación. Hasta ese momento esa insignia era adjudicada por un equipo de Twitter para indicar que esa persona o cuenta era relevante y su identidad era real.

Muchos usuarios se dieron de alta en Twitter Blue en busca de la tan ansiada insignia azul, que ante todo, da notoriedad. Pero al estar disponible para cualquiera con 8 dólares al mes podía tener esa insignia, lo que inmediatamente la hizo irrelevante.

Problemas de integridad y estabilidad en Twitter

Al despedir a la gran mayoría de los empleados, la red social se quedó con un pequeño equipo que no daba abasto con todo el trabajo que conlleva mantener online una red social a la que acceden millones de personas todos los días.

Los primeros problemas de estabilidad se dieron al poco de los despidos. Twitter dejaba de funcionar de vez en cuando, era muy inestable y algunas funciones no funcionaban o tardaban en responder. Muchos de esos problemas eran difíciles de arreglar porque los responsables ya no estaban en la empresa.

A principios de 2023 Twitter decidió cerrar su API –un sistema al que tienen acceso desarrolladores para acceder a sus datos– bajo un muro de pago, algo que mató por completo su ecosistema de aplicaciones de terceros y de integraciones con otros servicios.

Adiós a la moderación en Twitter: desinformación y mensajes de odio

Con la intención de bajar los costes operativos de Twitter, Musk despidió a todo el equipo de moderación. Son los encargados de hacer que los mensajes de odio y contenido prohibido por sus propios términos de servicio no aparezcan y se eliminen y en caso de ser necesario, expulsar a los usuarios responsables.

Sin un equipo de moderación, Twitter sufrió –y todavía sufre– graves problemas de contenido prohibido o de desinformación. Los mensajes de odio, racismo, homofobia, antisemitismo y mensajes de esta índole creció muchísimo en los primeros meses. Hasta la Unión Europea dio un toque a la red social para que contratase a más personas de moderación, que dependiera menos de la IA que no estaba funcionando o de voluntarios para atajar este problema.

A día de hoy Twitter, ahora llamada X, todavía mantiene un gravísimo problema de moderación, sobre todo con mensajes de odio y en desinformación, especialmente importantes tras el inicio de la guerra entre Israel y Hamás.

Twitter también levantó la prohibición de acceder a sus servicios a algunos notables  bloqueados, como por ejemplo el expresidente de EEUU Donald Trump o el rapero Yee (Kanye West) cuya cuenta fue bloqueada por contenido ofensivo y antisemita.

Pérdida de usuarios y anunciantes

Desde su adquisición, Twitter ha sufrido una recesión tanto de usuarios, como de ingresos. Los anunciantes más importantes de la red social se retiraron, aunque todavía quedan algunos como Apple, que sigue invirtiendo en anuncios.

La red social continúa teniendo publicidad, aunque de empresas e individuos que pagan menos por visibilidad. Grandes grupos, como Procter & Gamble, uno de los mayores anunciantes en internet, retiraron todas sus campañas ante los problemas anteriormente descritos.

La aplicación de Twitter también se ha visto muy impactada en las tiendas de aplicaciones. En países importantes para la red social, como en EEUU, su aplicación para iPhone siempre ha estado entre el Top 10 de descargas. Durante el primer año, la aplicación ha descendido por debajo del puesto 50, lo que en términos prácticos es lo mismo que la irrelevancia.

En España, para iPhone, aunque nunca estaba en el Top 5, siempre se mantenía entre las primeras 10 posiciones. Hoy en día su aplicación se encuentra por debajo del puesto 50.

En Google Play, la tienda de aplicaciones para Android, también pasa lo mismo, por debajo del puesto 100 en EEUU en España por debajo del puesto 120, según datos recogidos por la plataforma de analíticas Appfigures.

Twitter se convierte en X

Entre los cambios más importantes en Twitter bajo el mando de Musk está el rebranding de la red social a "X". Esto ocurrió oficialmente en julio de 2023, cuando Musk publicó que dejarían de llamarse Twitter y que la palabra "tweet" o su logo desaparecería, que son dos de sus señas de identidad desde sus inicios.

"X" es un nombre especial para Musk. Fundó X.com a finales de los 90 como un banco online y que para 1999 se fusionó con Confinity, fundad por Peter Thiel, para formar lo que hoy se conoce como PayPal, que más tarde eBay compró en 2002.

Musk se quedó con el dominio x.com, uno de los más valiosos del mundo con solo una letra, que por ahora se utiliza para redirigir a twitter.com.