¿Te ha afectado que Netflix impidiese compartir cuentas con tu familia fuera de tu domicilio? ¿Crees que los precios de las plataformas de streaming son demasiado caras con las continuas subidas? Parece que no  eres la única persona que piensa igual, por eso es cada vez más normal encontrar trucos, más o menos legales, para encontrar soluciones a estas subidas de precios y ajustes de políticas de compartir.

Netflix fue la primera en romper el status quo. Tú pagabas tu suscripción familiar y podías compartir usuario y contraseña con tu familia o allegados.

No solo subieron precios, también han creado herramientas que identifican las cuentas que comparten contraseña fuera del domicilio de la persona que paga. No es la única. Se espera que Disney+ haga lo mismo en junio de este año, además HBO Max también quiere hacer lo mismo a finales de año o principios de 2025.

Para solucionar este problema y poder compartir cuentas familiares nace Sharingful, que es la idea de dos jóvenes programadores catalanes, Guillem Vestit y Gerard Garrote, que crearon esta iniciativa hace cuatro años como proyecto de final de grado.

Vestit comenta a Computer Hoy en una conversación telefónica que su plataforma ya cuenta con entre 80.000 y 90.000 usuarios registrados. El 90% en España, el resto entre Latinoamérica y españoles por Europa. "Lo montamos porque vimos que todo el mundo tenía plataformas de streaming y no había una forma fácil de ahorrar", afirma el fundador.

Este servicio llegó en el mejor momento, en la época pre-COVID, por lo que cuando en 2020 todo el mundo se quedó en casa consumiendo incontables horas de streaming para pasar el tiempo, mucha gente se dio cuenta de lo caro que era acceder a todos los contenidos al mismo tiempo.

Sharingful pone en contacto a personas con cuentas con otras que quieren ahorrar, pero no es todo tan sencillo

La pregunta es evidente: ¿cómo puede ser esto legal a los ojos de las plataformas de streaming?

Los términos de contrato de la mayoría de aplicaciones de streaming comentan que las cuentas personales son eso, personales, por lo que no puedes compartir tu usuario y contraseñas. En el caso de cuentas familiares solo pueden usarla personas que vivan en el núcleo familiar, bajo el mismo techo.

Netflix definió lo que es una cuenta familiar con su guerra contra el compartir contraseñas. Una familia ya no es una en la que cada persona puede vivir en otra vivienda, la cuenta familiar es para las personas que viven bajo la misma dirección.

Eso sí, Netflix permite pagar un extra para que la cuenta familiar pueda usarse fuera de la dirección, por 5,99 euros al mes por usuario, con su propia cuenta y contraseña: "Los suscriptores de nuestros planes Estándar o Premium de muchos países pueden añadir 'subcuentas' para dos personas, como máximo, con las que no convivan", aclaran en su comunicado.

Spotify, que es una de las plataformas de streaming más utilizadas en Europa, permite elegir cuentas familiares de hasta 6 usuarios, con su propia cuenta y contraseña, pero técnicamente son para miembros de una familia. Hasta el momento no han implementado ninguna herramienta para el bloqueo de cuentas compartidas.

"Una de las características más valiosas que brindamos es la personalización que obtienes al tener una cuenta propia. Permite la selección, la personalización y un nivel de conexión del que estamos realmente orgullosos. Así que, para sacar el máximo partido a nuestra plataforma, esta es siempre la forma que uso que sugerimos a nuestros usuarios", comentan desde Spotify a Computer Hoy.

A los ojos de Vestit su papel es bastante claro, el de intermediario. "Nosotros solo gestionamos el pago entre usuarios, somos el intermediario para evitar estafas".

Estas personas que ofrecen sus cuentas son las que podrían ver su suspendida su cuenta si la plataforma de turno decide hacer cumplir sus reglas de compartir cuentas. Sharingful pide a los usuarios que ofrecen cuentas publicar la dirección que tienen puesta en su plataforma de streaming, sea o no de verdad, para que los que pagan por acceder a esas cuentas incluyan esa misma dirección.

"Es el usuario quien decide cómo compartir la cuenta", recalca Vestit.

En estos momentos acceder a una cuenta compartida de Disney+ cuesta 3,87 euros. De HBO Max, 3,29 euros. De Netflix, de 6,07 euros a 10,99 euros con tu propia cuenta. Sharingful gestiona el pago del usuario y se lo entrega al creador de la "familia" a final de mes. Por esta gestión se lleva una comisión de entre el 30% al 40%, que según su fundador les permite soportar las comisiones de la empresa que procesa los pagos y seguir creciendo.

¿Qué pasa si una cuenta familiar se da de baja? Los usuarios que han contratado el servicio mediante Sharingful perderán el acceso, pero según su fundador se les reembolsa el dinero del tiempo que no han disfrutado y podrán darse de alta en otra familia.