Dentro de las excentricidades que comparten algunos famosos millonarios, como sucede con estrellas de Hollywood, está la de comprarse un castillo. Quizá para así sentirse igual que lo hacían los antiguos señores feudales. Un capricho habitualmente solo al alcance de unos pocos y realmente caro. ¿Pero qué sucedería si no hiciese falta ser rico para hacerlo? 

Precisamente eso es lo que sucedido con un impresionante castillo japonés de estilo tradicional, cuyo dueño ha decidido poner a la venta. ¿Lo sorprendente del asunto? Que al cambio el monumento solamente cuesta unos 60.000 mil euros. Es decir, bastante menos de lo que suele costar un piso medio en España. ¿Dónde está entonces el truco? 

La venta del castillo japonés

Lo primero que merece la pena conocer del castillo japonés es su ubicación. Este está situado en la localidad de Akabira, en la prefactura Hokkaido. Además, aunque su aspecto da la impresión de que fuera levantado en época feudal, en realidad es muchísimo más reciente: se construyó hace poco más de 30 años, en 1991, a base de hormigón y acero reforzado. 

En realidad, fue levantado por un empresario que se encargaba de fabricar muñecas tradicionales japonesas, muy apreciadas algunos días señalados en Japón, como aquellos en los que se celebra el Día del Niño o de la Niña, a finales del invierno y durante la primavera. Por desgracia para él, el negocio no prosperó en la forma que esperaba. 

La principal razón es bastante sencilla: el bajísimo índice de natalidad que actualmente hay en Japón. El gigante asiático es uno de los lugares del mundo donde menos niños nacen y, claro, eso no es lo que se dice bueno para un vendedor de muñecas. Pero tampoco es la única causa. De un tiempo a esta parte, la competencia es mayor, sobre todo la que llega de China. 

Así las cosas, el dueño del castillo ha tomado una decisión drástica: venderlo. Su precio es de 10 millones de yenes, que al cambio sería algo así como poco más 61.000 euros. De primeras, puede parecer una ganga, y quizá lo sea, pero como suele suceder en estos casos, en realidad hay truco. 

¿Un chollo para los compradores?

Es verdad que el precio de venta del castillo es muy bajo, sobre todo teniendo en cuenta cuánto cuestan las casas en la mayoría de países desarrollados del mundo. Pero claro, los propios vendedores avisan: el castillo no solo requiere de una considerable conservación, sino que también quien se decida a comprarlo se verá obligado a realizar reformas. 

Si cualquier casa siempre necesita cuidados, imagina un castillo. Se calcula que el precio de dejar el castillo en buenas condiciones sería de 8 millones de yenes; es decir, casi lo mismo que cuesta la propiedad. A todo eso, habría que sumarle también un impuesto anual de 1,2 millones de yenes (unos 7.000 euros, más o menos). Como suele decirse, casi vale más el collar que el galgo.

Con todo, continúa siendo barato, y podría suponer una buena inversión si alguien tuviese interés en construir un hotel o algo por el estilo (en la línea de lo que acostumbra a suceder en España con los típicos paradores). Como excentricidad, quizá sea demasiado para el común de los mortales. Aunque nunca se sabe…