Teniendo en cuenta los precios de la luz, resulta lógico que muchas familias o usuarios particulares piensen en cómo ahorrar en su factura mensual. 

Teniendo en cuenta que uno de los electrodomésticos más de moda actualmente y del que tanto se ha estado hablando estos años, las freidoras de aire, seguro que todavía te surge alguna duda que otra en relación con su eficiencia energética.

Una de las grandes preguntas en torno a esto gira alrededor de si es mejor usar una freidora de aire o, por el contrario, compensa más el horno y, eso es precisamente lo que han querido comprobar desde la web de Kiplinger.

Han enfrentado estos dos electrodomésticos, valoran absolutamente todo: desde los costes de compra iniciales, la cantidad de comida que quieres cocinar o el tiempo de uso. Este es el resultado.

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¿Realmente compensa dejar a un lado el horno frente a la freidora de aire?

El horno que todo el mundo tiene en casa ha sido tradicionalmente el electrodoméstico que más ha inflado las factura a final de mes si lo has usado demasiado. Consumiendo entre 2.000 y 5.000 vatios de energía, podrías pensar que no hay debate posible. 

TechRadar informa que una freidora promedio con una potencia de 1.500 vatios, utilizada durante 30 minutos, consumirá 0,75 kWh. Mientras tanto, un horno promedio con una potencia de 3.000 utilizará 1,5 kWh durante el mismo período de 30 minutos.

Sin embargo, su capacidad para cocinar grandes cantidades de alimentos a la vez lo convierte en una opción perfecta para muchas familias. Aunque el calor se pierde fácilmente al abrir la puerta del horno, evitando este tipo de aspectos y sumando su versatilidad y enorme capacidad puede acabar compensado este inconveniente energético.

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Por otro lado, las freidoras de aire se han convertido en la gran alternativa cuando se habla de eficiencia en términos energéticos. 

Consumiendo menos energía que un horno, estas pueden cocinar una tus alimentos con un consumo reducido de electricidad. Sin embargo, aquí viene el gran problema: su capacidad limitada. Esto al final provoca que tengas que hacer varias rondas si, por ejemplo, sois una familia de cuatro. 

En conclusión, si bien las freidoras de aire pueden ofrecer un gran ahorro en los costes de funcionamiento en comparación con un horno, ten muy en cuenta quién va a usar este electrodoméstico, el tipo de alimentación que tienes o cuánto la vas a usar. 

Al final es una gran inversión inicial y actualmente existen hornos más baratos que una freidora de aire en el mercado, porque lo que aunque pienses que este último es un vampiro energético, se puede acabar dando la vuelta a la tortilla si te toca usar la freidora de aire demasiadas veces. Una gran opción, si te lo puedes permitir, es contar con ambos y utilizarlos de forma inteligente.