Emocionarse por comprar unas sartenes no es hacerse mayor, es creer en que has hecho una buena elección

Seguro que has escuchado esta frase más de una vez, o puede que hasta la hayas soltado tú en algún momento: un día eres joven y al siguiente te emociona comprarte unas sartenes. Esta frase, que todos en algún momento, sobre todo cumplidos los 30, hemos dicho alguna vez, se relaciona con hacernos mayores. No podemos estar más equivocados. 

Durante mi carrera en el mundo de hablar, comentar y recomendar tecnología lo he probado casi todo. Desde los móviles más punteros del mercado, los portátiles más potentes hasta los accesorios más baratos —ojo, estos últimos son los que más he usado en mi día a día— o los gadgets más extraños que puedas imaginar.

Cada vez que me compro o recibo un producto tecnológico para probar algo mágico pasa en mi cabeza. Una emoción. La duda sobre cómo funcionará. ¿Tendrá ese olor tan adictivo de plástico?

Por eso, cuando veo que hay gente que se emociona con comprar unas sartenes o, como ha sido mi caso, un hervidor de agua, no puedo dejar de pensar que no es un síntoma de hacerse mayor, es seguir creyendo en que hay productos que nos hace ilusión probar, que no podemos esperar a sacarle todo el partido que se le pueda en un mundo empeñado en fabricar para que duren lo menos posible.

Creo, sinceramente, que sentir un cosquilleo en el estómago al recibir ese hervidor de agua que has estado buscando durante más horas de las que deberías en reseñas de Amazon, webs y pidiendo opiniones, es exactamente la misma chispa que pasa cuando abro la caja del último móvil de turno.

No sé por qué, pero es excitante recibir un producto, abrirlo y empezar a usarlo. De ahí el extraño éxito en su día de los canales de unboxing. Nos gusta estrenar algo, aunque no sea nuevo, pero estrenarlo nosotros, pensar en la forma que lo vamos a usar. Y lo peor que puede pasar es que ese producto acabe siendo una decepción.

Si me he pasado más horas de las que debería buscando reseñas de hervidores de agua, que por alguna razón no es un tema con grandes hits en internet, es porque quiero sacar el máximo partido de lo que compro.

Comprar este hervidor de agua me reafirma en lo importante de nuestros análisis

Da igual si hablamos de un aspirador, de unas sartenes, de un móvil de entrada o un portátil gaming de alta gama. Lo importante no es el precio de ese producto, lo importante es lo que nos ha costado ganar el dinero para comprar ese producto.

Nuestros análisis en Computer Hoy siempre están escritos, en parte, con esa pregunta en la mente, ¿merece la pena el dinero que nos están pidiendo por este producto? 

Todos trabajamos duro para ganar dinero. A nadie le gusta pasarse la mayor parte del día en un sitio que no es tu hogar, sin tus seres queridos cerca, para poder comer, tener un techo encima de la cabeza y una cierta seguridad financiera. Cuando te están pidiendo 300, 500 o incluso 1.000 euros por un móvil te aseguro que es una de nuestras prioridades es contestar a esa pregunta.

Y sí, lo mismo pasa con las sartenes y los hervidores de agua.

Por cierto, me he comprado este hervidor de agua de Philips tras una recomendación de un inglés ávido bebedor de té, que si de algo saben es de hervidores de agua para preparar esta bebida. ¿Quieres una reseña en Computer Hoy? 

Maldita sea. Emocionarse por escribir una reseña de un hervidor de agua, lo mismo si es hacerse un poco mayor.