He probado el Google Pixel 8a y lleva el rendimiento de la gama media cerca de la premium, pero no todo está a la altura

Google Pixel 8a

Nota85

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474,05 €

• Rendimiento interno casi de gama alta.
• Pantalla de calidad y compacta.
• Cámara versátil y efectiva.
• Android puro y con IA.

• El diseño no está a la altura.
• La carga rápida de 18W.
• Pocos modos de cámara (macro).

A día de hoy aún hay muchas personas en España que no saben que Google hace móviles, pero en los últimos tiempos la compañía se ha propuesto que esto cambie con una estrategia muy agresiva en España, primero con los Pixel 8 y ahora con su variante económica, los Google Pixel 8a.

Los Pixel A de gama media tienen la fama de ser uno de los productos más competitivos del panorama Android y este año llega con un nuevo modelo que se ha adelantado por poco a su evento de desarrolladores, Google I/O, en el que la empresa históricamente los ha presentado.

El nuevo Pixel 8a cambia muchas cosas con respecto a su predecesor, en especial un enfoque centrado en la inteligencia artificial, pero al mismo tiempo llega con una subida de precio importante de 50 euros a España.

He tenido la oportunidad de probarlo durante una semana y te cuento todo lo que debes saber del Google Pixel 8a si estás pensando en darle una oportunidad a la nueva gama económica de Google:

• Características del Google Pixel 8a
• Diseño y conectividad: el Pixel 8a no parece premium por primera vez
• Pantalla: uno de los pocos móviles pequeños que quedan, pero con una gran calidad
• Rendimiento: gran potencia interna, aunque algo justo para videojuegos
• Software: Android como siempre pero con más IA que nunca
• Cámara: sensores de calidad aunque básicos
• Autonomía: aguanta un día sin problemas pero su carga no da la talla
• Veredicto: ¿Merece la pena comprar un Google Pixel 8a?

Características del Google Pixel 8a

Diseño y conectividad: el Pixel 8a no parece premium por primera vez

Aunque como te contaré después no le falta potencia interna, en cuanto al diseño pienso que Pixel 8a es un paso atrás para la gama media de móviles de Google.

Desde lejos parece que Pixel 8a se parece a sus hermanos mayores como el Pixel 8 Pro pero en cuanto lo tienes en mano te das cuenta de que tiene un tacto muy de plástico en la parte trasera. He probado la versión en color gris oscuro y además es un imán para el polvo y las huellas de dedos.

Para ser un móvil compacto y ligero, con apenas 188 gramos de peso, no es especialmente fino (8,9mm) y tampoco aprovecha demasiado bien el frontal, con unos marcos bastante anchos por todo el frontal, sobre todo en la parte inferior, que no son ya nada comunes en un móvil de más de 500 euros.

Es algo que no sucedía con su predecesor, el Pixel 7a, que no se sentía tan de plástico malo. Y sobre todo es un paso atrás porque no da la sensación de ser nada premium por el exterior.

A nivel de conectividad sí que es un móvil muy avanzado que evidencia que lo realmente bueno del Pixel 8a está por dentro, ya que no le falta de nada: 5G, Wi-Fi 6E y Bluetooth 5.3.

Pantalla: uno de los pocos móviles pequeños que quedan, pero con una gran calidad

Pese a unos marcos que empañan un poco la experiencia, la pantalla es uno de los puntos más fuertes del Pixel 8a por varios motivos.

El principal es que sigue siendo uno de los pocos móviles pequeños que quedan y que satisfacen las preferencias de muchas personas para las que esto es una característica indispensable. 

En un momento en que casi no hay móviles de menos de 6,6 pulgadas, sus 6,1 pulgadas se sienten como un soplo de aire fresco. Incluso si como yo eres de los que prefieren pantallas mayores, la variedad siempre es positiva.

Además de su tamaño, Google no ha descuidado su calidad gracias al uso de un panel OLED en el que la reproducción del color es muy buena y aguanta bien el pulso a los modelos más caros del momento.

Más allá del tipo del panel, su rendimiento es realmente bueno gracias a un brillo máximo notable para ser un gama media (2.000 nits) que permite que se vea bien la imagen incluso en exteriores soleados.

Otro aspecto muy positivo es que al fin Google se ha decidido a dar el salto de 90 a 120 hercios de refresco, una de las características más demandadas por los gamers, que hace que el movimiento sea mucho más fluido, y que lleva unos años siendo el estándar en la gama alta pero también en la mayoría de la media a estas alturas.

Rendimiento: gran potencia interna, aunque algo justo para videojuegos

Pese a su formato pequeño, que no te engañe porque el Pixel 8a es uno de los móviles más potentes en la gama media actual gracias a una configuración interna que no le tiene demasiado que envidiar a smartphones mucho más caros.

El gran protagonista sin duda es su procesador, el Google Tensor G3, el chip propio de la marca que también está presente en su gama alta de esta generación. En mi experiencia me ha proporcionado un funcionamiento rapidísimo, con apps que se abren casi al instante y ningún cuelgue que reprocharle en un uso intensivo.

Tampoco le falta potencia interna en cuanto a tecnologías como sus 8 GB de RAM mediante LPDDR5x, que no están nada mal para una gama media, USB 3.2 (aunque el cable es 2.0), WiFi 6E y Bluetooth 5.3.

En las pruebas de rendimiento estáticas se puede comprobar que Pixel 8a aguanta muy bien la comparación con otros terminales destacados de gama media de los últimos meses, quedando bastante por encima del Nothing Phone (2a) y el Samsung Galaxy A54 5G. En los tests se nota que estamos ante un chip de gama alta, aunque no sea de los más potentes del momento.

Las pruebas gráficas como 3D Mark, eso sí, muestran una realidad: que Google no está tan adelantado en GPU, y eso lo he notado mucho en videojuegos. A pesar de que la pantalla y el chip auguran un gran rendimiento, no me ha parecido mejor que las gamas medias actuales de Android en cuanto a rendimiento gaming. 

Aunque por lo general, el rendimiento es fluido y cumple en lo básico, y también he notado una mejor eficiencia térmica, ya que el móvil apenas se calienta incluso tras media hora de juego o varios benchmark seguidos.

Software: Android como siempre pero con más IA que nunca

Los Pixel siempre son los terminales Android con la versión más pura del sistema operativo y el nuevo terminal de gama media de Google no es una excepción.

Android 14 viene pelado en el Pixel 8a, con excepción de todas las aplicaciones propias de Google preinstaladas, pero sin nada de molesto bloatware como en otras marcas. Si te sorprende encontrar la app Fitbit, recuerda que pertenece a Google y que es el software con el que funcionan los relojes Pixel Watch 2.

Es de agradecer que pese a ser un móvil de gama media tenga tantos años de actualizaciones de sistema operativo, seguridad y nuevas funciones como los móviles más caros: 7 años, la cifra más alta de Android, que incluso supera a algunos modelos de iPhone.

Hasta ahí no hay sorpresa, pero en lo que realmente destaca el nuevo terminal es que es uno de los móviles de gama media que apuestan más fuerte por la IA hasta el momento.

Pixel 8a tiene todas las funciones que llegaron a principios de año a sus hermanos mayores de gama alta, algo de agradecer, y el Tensor G3 hace que funcionen rápidamente características como Rodea para buscar, Redacción mágica o Fotomoji para que uses la tecnología para facilitarte el día a día.

Todo me parecen pequeños avances, pero personalmente sigue faltándome esa killer app que haga que no pueda parar de usar la IA o que realmente me haga la vida cotidiana mucho más fácil que las que ya existen desde hace varios años.

Cámara: sensores de calidad aunque básicos

A nivel de cámara, Google ha apostado por una configuración de imagen que no se diferencia demasiado sobre el papel del Pixel 8 estándar, pero en este modelo de gama media queda ligeramente por debajo en varias situaciones.

Google mantiene su apuesta de añadir menos sensores que otras marcas, con una cámara trasera dual pero que apuesta fuerte por la fotografía computacional y un potente reconocimiento de escenas para sacar el mayor partido sin necesidad de hardware innecesario. Es un enfoque que ha seguido Nothing también y que no se diferencia demasiado del de Apple.

Estas son las cámaras del Google Pixel 8a:

• Gran angular de 64 megapíxeles, f/1.89, OIS, EIS.
• Ultra gran angular de 13 megapíxeles, f/2.2 y 120 grados.
• Cámara frontal de 13 megapíxeles, f/2.2.

El enfoque por usar pocos sensores y apostar por una fotografía computacional tiene sus cosas buenas, como se puede ver en este Pixel 8a. 

Lo principal es la buena consistencia en la estética de los diferentes modos de cámara, que consiguen un color y una luz muy parecida entre ellas, como puedes ver a continuación, con el ultra gran angular (0,5x) y la lente principal (1x).

Como es habitual con las cámaras de Google, este dispositivo destaca por la facilidad con la que es posible conseguir buenas tomas, gracias a un enfoque bastante preciso para ser un gama media, poca distorsión en el gran angular y una estabilización correcta gracias al OIS de su lente principal.

Lo automático que funciona todo hace que prácticamente no tenga sentido activar manualmente los diferentes modos de cámara, ya que el resultado que se consigue suele ser muy parecido, quizá con la excepción del modo noche, en el que la exposición más larga permite que entre mucha más luz.

Otro punto positivo es que la estética del modo noche no llega a ser artificial como sucede en otros móviles que dependen también de un fuerte procesamiento de imagen.

El tipo de enfoque de fotografía del Pixel 8a, en la que todo es automático, se nota mucho también en el vídeo, donde me ha gustado mucho la opción de barrido, que permite movimiento de cámara con mucha estabilidad pero que ralentiza la velocidad a la mitad y genera un efecto particular pero muy estético.

Y la cámara delantera tampoco decepciona con unos selfis definidos, con mucho color y mucha luz, que mejoran si además activas el modo retrato, correcto en el retrato.

El gran problema de este tipo de móviles, y Pixel 8a no es una excepción, es que son bastante limitados y que no destacan demasiado en ningún apartado de fotografía e incluso faltan modos comunes en el resto de terminales.

Por ejemplo, no hay modo macro. A día de hoy la mayoría de móviles lo tienen, tengan lente dedicada o no, gracias a que puede simularse a través del gran angular, pero de momento no lo encontrarás en el Pixel 8a, a no ser que Google lo añada por software más adelante.

Al no haber un teleobjetivo, el zoom es muy limitado y tan solo llega a 8x, pero a cambio hay que decir que cuando es de día los resultados son bastante buenos y no añade demasiado ruido, en comparación con otros móviles actuales que añaden zooms digitales muy malos.

A continuación te dejo una galería de fotos para que veas cómo funciona la cámara del Pixel 8a en diferentes situaciones.

Autonomía: aguanta un día sin problemas pero su carga no da la talla

A nivel de batería, el Pixel 8a cumple justo para un terminal de sus características en la mayoría de los aspectos, aunque en otros creo que se queda algo corto.

Su capacidad de casi 4.500 mAh me ha parecido razonable para ser un terminal más compacto de lo normal y pese a que la mayoría nos hemos acostumbrado a móviles de 5.000 mAh ya.

Pese a que pueda parecer poco, incluso con un uso intensivo, jugando a videojuegos, haciendo fotos y grabando vídeos, no he terminado ningún día por debajo del crítico 20%, gracias seguramente al buen hacer en eficiencia energética del Tensor G3. Aunque tampoco es que sea el punto más fuerte, como en otros móviles de Google.

El aspecto que menos me convence es sin duda la carga rápida, ya que las especificaciones reducen a tan solo 18 W su velocidad, aunque en la presentación se habló de 27W. Esto hace que tarde más de una hora y media en cargarse de 0 al 100%, incluso con un cargador con PD de 40W que tengo.

Y para más inri, ni siquiera viene con el adaptador de carga en la caja así que si lo quieres el precio se te puede acercar peligrosamente a los 600 euros.

Veredicto: ¿Merece la pena comprar un Google Pixel 8a?

Google ha conseguido una vez más conseguir el difícil equilibrio en la gama media con su Pixel 8a y está por ver si los consumidores españoles se convencerán de la apuesta por el hardware de una marca tan conocida en otros apartados.

Pixel 8a no llama demasiado la atención a la primera vista y queda un poco por debajo de la competencia en cuanto a diseño, siempre que lo compares con otros móviles de alrededor de 500 euros con trasera metálica o de cristal y con marcos mucho más estrechos.

Supone una fantástica forma de entrar a la familia Pixel, cada vez más interesante, gracias a una potencia interna superior a la de la mayoría de la gama media, y además con un tamaño compacto pero con una pantalla de alta calidad y el software fluido y limpio que se espera de la marca creadorea de Android.

Los aspectos positivos pesan por mucho por encima de los mejorables, pese a una subida de precio hasta los 549 euros que lo coloca peligrosamente cerca de la gama alta y empeora ligeramente la relación calidad precio del que solía ser el producto más atractivo de Google.

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