Botellines, tercios, pintas, cañas, dobles, muchas son las formas de tomar esa merecida cerveza al final de la jornada o en las vacaciones. Algunos preferirán el vaso, la botella o la cerveza bien tirada de barril, y esta es una razón muy válida para preferirla de una u otra manera. Pero, ¿cuál es la forma más económica de tomar cerveza?

En España, lo más general es la caña bien fresquita, y bien tirada. En nuestro país la pequeña cantidad es el ritual, y si alguna vez has pedido una pinta sabes de lo que hablo, puede tardar bastante. Además, están las sagradas tapas, que nunca llegarían a la diversidad y cantidad que alcanzan con vasos de un litro.

El Google Maps de la cerveza en España: la marca favorita en cada provincia con un clarísimo ganador

España es el segundo país en producción de cerveza con 40 millones de hectolitros (por detrás de Alemania con 80). El segundo que más ingiere: 417 al año, por detrás de República Checa. Y ya cuenta con la mejor cerveza del mundo en su categoría: La Sagra. Así, se puede decir con certeza que la cerveza es algo muy popular en el país.

Si en el mundo anglosajón tienden a la hamburguesa más grande, o a beber y beber sin comer, también prefieren quedarse en el mismo pub. Aquí nos resistimos y preferimos la diversidad, ir de un bar a otro de confianza, tomarla a media mañana o al salir de trabajar, explorar, caminar, conocer uno y otro sitio.

La doble es la forma más económica de tomar cerveza en España

Sin embargo, si hablamos de ahorrar, hay una alternativa entre la cultura de la pinta y la caña: la doble. La relación caña-doble, con unos 400 mililitros de diferencia para la segunda, no es proporcional a la subida de precio entre una y otra elección. La doble cuesta de media unos 15 o 20  céntimos más.

La caña es más cara, por una sencilla razón, es la medida que más se vende. Es algo que sucede en otras áreas como los refrescos, una Coca-Cola de 500 ml vale casi lo mismo que una de 2 litros. Además, hay gente que no podría con una doble cerveza entera.

Hay quien prefiere beber menos, quien prefiere probar diferentes cervezas o prefiere la caña recién tirada porque bebe despacio, o quizá prefiera tener más tapas. Sin embargo, el doble de cerveza, además del ahorro, puede evitarte esperas, alargar la conversación y es más ecológico.