A lo largo de la historia, las fronteras han sido determinantes definiendo los límites geográficos del mundo en el que vivimos. Su origen se remonta a épocas antiguas, cuando los grandes imperios comenzaron a establecer los límites de sus territorios. 

Entre las fronteras más interesantes del planeta, se encuentran aquellas que abarcan grandes extensiones territoriales. Por ejemplo, la frontera entre Rusia y China, con más de 4.300 kilómetros de longitud, es una de las más extensas del mundo.  

De manera similar, la frontera entre Estados Unidos y Canadá se extiende por más de 8.890 kilómetros, marcando una importante separación geográfica. No podemos pasar por alto la frontera entre India y Bangladés, con sus aproximadamente 4.096 kilómetros de longitud. 

Sin embargo, no todas las fronteras son tan extensas. En España, encontramos un ejemplo contrario: la frontera más pequeña del mundo. Este enclave, ubicado cerca de Marruecos, alberga a poco más de 1.000 habitantes en su reducido territorio, destacando por su modesta extensión, pero significativa importancia histórica y política. 

Si buscas en Google Maps te encontrarás esta misteriosa isla hueca: ¿Qué es lo que realmente esconde?

Peñón de Vélez de la Gomera, la frontera más pequeña del mundo 

Situado en la costa norte de África, a poca distancia de Ceuta, el Peñón de Vélez de la Gomera es un peñasco de apenas 19.000 metros cuadrados, 87 metros de altura y una extensión de tan solo 250 metros, que ostenta el título de la frontera terrestre más pequeña del mundo.  

Su creación se remonta a un evento geológico ocurrido en 1930. En aquel entonces, un terremoto de magnitud 7.0 sacudió la región, desencadenando un deslizamiento de tierra que formo una pequeña isla. 

La historia de este enclave se remonta a siglos atrás, cuando la isla fue utilizada como refugio por grupos de piratas que asolaban las rutas marítimas del Mediterráneo. Fue en el siglo XVI cuando las fuerzas españolas tomaron el control de la isla, estableciendo así un punto estratégico en la región. 

A lo largo de los años, el control de este territorio ha cambiado de manos en varias ocasiones, como resultado de tratados, conflictos y maniobras diplomáticas. Sin embargo, los españoles finalmente consolidaron su dominio sobre el Peñón de Vélez de la Gomera en 1564, y desde entonces ha permanecido bajo su soberanía. 

A pesar de su diminuto tamaño, esta frontera tiene un valor estratégico significativo. Es una de las últimas plazas de soberanía que España mantiene en la región y sigue siendo objeto de disputa en las relaciones con Marruecos.  

La frontera que lo rodea, aunque apenas visible a simple vista, representa una demarcación física de soberanía y sirve como símbolo de las complejidades de las fronteras internacionales. 

El Peñón de Vélez de la Gomera, con su mezcla de historia, geografía y política, es un recordatorio tangible de la diversidad y la riqueza cultural que caracteriza a la región del Mediterráneo.  

Actualmente, la economía de esta región se basa casi por completo en la actividad militar. El turismo no es posible en la zona, ya que el acceso está restringido por razones de seguridad.