He probado el Método Monje para romper con la procrastinación y no me ha resultado nada fácil
Getty
- ¿Qué pasa cuando nos enfrentamos a la temida procrastinación de manera radical?
- Esa es la pregunta que me llevó a plantearme llevar a cabo el conocido como Método Monje, que promete acabar con la procrastinación y recuperar hasta 3 horas de tiempo perdido al día.
- Cómo dominar el método de loci para memorizar cualquier cosa en solo 2 pasos.
Para contextualizar, expliquemos primero en qué consiste. El Método Monje es una estrategia que busca eliminar todas las distracciones y concentrarse en una tarea durante un período de tiempo determinado. El nombre de este método se inspira en la dedicación y enfoque que los monjes tienen en sus actividades diarias, donde la concentración y la disciplina son básicas.
La idea detrás de todo esto es simple, pero busca ser bastante efectiva: durante un período de tiempo específico, generalmente de dos horas —o incluso más—, te sumerges por completo en una tarea importante sin permitir ninguna distracción.
Esto implica apagar notificaciones del móvil u otros dispositivos, cerrar aplicaciones del ordenador que no sean fundamentales para lo que quieres hacer e intentar crear un ambiente de trabajo que te dé ese empujón para concentrarte.
Al final de este período, generalmente, se permite un breve descanso —ya tú decides de cuanto tiempo, pero no debe superar los 15 minutos— para relajarse y recargar energías antes de volver a realizar una segunda ronda de otras dos horas.
Teniendo esto como base y durante tres días, decidí lanzarme y por qué no, probar este método y ver si realmente notaba un gran cambio a nivel organizativo y de tiempo invertido en realizar ciertas tareas. ¿Seré capaz de eliminar las tentaciones que me distraen, como las redes sociales y el móvil? ¿O será una continua lucha contra la maldita procrastinación?
Esta es mi experiencia probando el Método Monje para romper con la procrastinación
El primer día, no puedo negarlo, la verdad es que fue bastante complicado. No es que me considere una persona demasiado procrastinadora, pero ya todos sabemos cómo funciona el cerebro cuando le estableces de primeras un horario o una serie de restricciones.
A pesar de estar motivada para iniciar la prueba, experimenté cierta ansiedad al inicio. La necesidad de mirar el móvil o incluso el reloj para ver cuánto tiempo me quedaba para el descanso fue difícil de ignorar y repito, no soy de las que constantemente está con él. Sin embargo, a medida que pasaban los minutos, esa ansiedad fue desapareciendo porque conseguí establecer un foco claro.
También es cierto que en este trabajo se requiere en muchas ocasiones estar muy pendiente de lo que estás escribiendo o cómo lo estás haciendo, por lo que la cabeza al final se acaba yendo a otros mundos —por suerte para mí—.
Una de las cosas que hice para crear un ambiente propicio, tal y como se indica en el método, fue encender incienso y buscar un lugar más silencioso. Estos pequeños cambios ayudaron a establecer un ambiente relajado y que permitiese hacer foco, pero lo cierto es que, en mi opinión, la única clave es el silencio absoluto con un pequeño matiz de sonidos que provienen de fuera.
Por ejemplo, yo vivo de cara a un jardín, por lo que ese sonido "natural" me ayudó más a concentrarme y estar en paz —el incienso siento que sirve de poco—.
Por cierto, un aspecto que recomiendo antes de dar comienzo a esas dos horas de máxima concentración y eficiencia es comer algo. No suelo desayunar hasta las 10 de la mañana y eso el primer día me pasó factura porque es innegable decir que el hambre no colabora con tu intento de estar concentrada.
Con todo esto y en mi experiencia, la disciplina de trabajar en bloques de dos horas enfocados en una sola tarea —escribir noticias en mi caso— desde luego ha mejorado mi productividad.
Antes solía distraerme con facilidad, sobre todo con cosas externas que se pasan por mi cabeza, pero este método es cierto que ayuda a eliminar todas las distracciones y a mantener la atención en lo que realmente importa.
Puede que acabes cayendo en alguna que otra mirada a tu móvil o incluso el correo, pero es cierto que ya solo con establecer un tiempo fijo como objetivo, ayuda bastante a que poco a poco notes un ligero cambio.
Productividad real y bienestar mental como puntos a destacar del Método Monje
Lo más interesante, al menos para mí, es cómo esta técnica ha mejorado mi bienestar mental. Al completar mis tareas en menos tiempo del que solía tomar, siento una sensación de logro y satisfacción cada vez que termino esas dos horas.
Además, el enfoque intenso en una sola tarea me ha permitido profundizar en la calidad de mi trabajo. He notado que mis noticias son más elaboradas y mejor investigadas. Esta es una ventaja tanto para mí como para nuestros lectores en Computer Hoy, ya que obtienen contenido de mayor calidad.
Definitivamente, no es algo que vaya a establecer de forma literal cada día con un temporizador, pero en mi caso sí que puedo establecer otros límites como realizar cuatro o cinco noticias sin parar y luego descansar o similar.
Es una buena forma de conservar el Método Monje sin vivir atada a un reloj que marque esas dos horas. Al final todo radica en dar pequeños pasos.
Redactora de Tecnología
Redactora de Tecnología, especializada en inteligencia artificial y ciberseguridad.
Otros artículos interesantes:
- Bill Gates revela sus 4 estrategias clave para aumentar la autoconfianza y lograr el éxito
- Microsoft trabajaría en una versión de Windows 12 basada en la web para acabar con ChromeOS
- Silla ergonómica Sihoo Doro S300: la tecnología más avanzada al servicio del mejor diseño y la máxima comodidad
Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.