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La historia oculta y atrocidades de Oppenheimer que Christopher Nolan no se atrevió a contar

Oppenheimer

La complejidad del desarrollo de la ciencia atómica no elude temas de índole económico, colonial o de explotación. Los descendientes del lugar del mundo donde se extrajo el uranio de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, no pueden olvidarlo. 

La figura del físico Oppenheimer y su papel en el desarrollo de armas atómicas es ampliamente conocida, pero hay aspectos oscuros de su historia que a menudo quedan relegados al olvido, en este caso: la explotación de uranio en África.

Mientras la película "Oppenheimer", de Christopher Nolan, se centra en la creación de las bombas nucleares en Los Álamos y las posteriores consecuencias en la Guerra Fría en el propio Estados Unidos, existe un capítulo importante que no suele recibir la atención merecida: las atrocidades ocurridas en el Congo Belga para conseguir uranio. Una historia oscura, olvidada y trágica.

En 1945, a las 5:29 horas de la mañana, la vida de Robert Oppenheimer cambió para siempre al presenciar la explosión de la prueba Trinity, el primer dispositivo nuclear. Si has visto la película recordarás la impactante escena. Sin embargo, esta trascendental fecha no puede separarse de la devastadora realidad que marcaba la vida de los congoleños en ese mismo período

Puede que hoy la minería de uranio suene actual tras un golpe de Estado en Níger que preocupa, y mucho, a una Francia dependiente de este recurso para sus centrales nucleares. 

En El Congo Belga, antes llamado, el Estado Libre del Congo, y hoy por fin, la República Democrática del Congo se extrajo el uranio, sí las canicas de la peli, que llevarían aquellas bombas lanzadas a Hiroshima y Nagasaki.

Los descendientes de los que sufrieron abusos en el Congo, si lo recuerdan

Un artículo de Wired: "The Dark History Oppenheimer Didn't Show", firmado por uno de los descendientes de aquellos que vivieron tales atrocidades, nos recuerda que mientras Oppenheimer presenciaba el surgimiento de la "bola de fuego" en Nuevo México, en el Congo Belga, mineros aterrorizados y sometidos extraían uranio esencial para el desarrollo de la bomba atómica.

La película de Nolan enfoca la dualidad científica y moral de Oppenheimer, pero no explora cómo la obtención del uranio, fundamental para el proyecto, estaba relacionada con las atrocidades coloniales en el Congo. 

Christopher Nolan

Allí, por supuesto, no era una situación, nueva, la explotación brutal de trabajadores congoleños para obtener recursos, y su impacto en la población local, ya habían sido brutales con la obtención de caucho o marfil bajo el reinado de Leopoldo II de Bélgica.

Aunque oficialmente se presentaba como un proyecto filantrópico y civilizador, en realidad fue un período marcado por la explotación despiadada de los recursos y las personas nativas del Congo. Amputaciones, esclavitud, castigos con látigo, deshumanización o jornadas de 24 horas en las minas.

Demasiadas cuestiones y poca exploración

La historia de Oppenheimer, y de los recursos empleados en la ciencia nuclear, es más compleja y entrelazada de lo que a menudo se presenta. El mundo no se entendería hoy sin el desarrollo del arma de destrucción masiva por excelencia, que antes de explotar, ya era cruel.

Más allá de si las bombas nucleares han sido disuasorias para la paz, del ego o culpa ante su obra de un científico, de la voracidad de poder de los departamentos de defensa o la visión americana y sus juicios posteriores, hay muchas más implicaciones.

El ritmo de tráiler, la música más fuerte que el posible mensaje, o la elección de un estilo "biopic", quizá no daban o supieron dar cabida a la profundidad real de la historia, ni pudieron acordarse de las víctimas colaterales de unas armas que ya mataban antes de ser siquiera concebidas. Christopher Nolan en Oppenheimer se olvidó de todas estas cosas, y también del Congo.

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Etiquetas: historia