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Seis inventores que como Oppenheimer se arrepintieron por el daño causado a la humanidad

Oppenheimer

La película de Nolan ha vuelto a traer una historia clásica a nuestros cines, la del progreso científico, la ambición humana por llegar más y más lejos y su relación con el poder. Oppenheimer no es el único que cayó en esta trampa. 

Oppenheimer, de Nolan, es uno de los éxitos de taquilla cinematográfica del verano. La historia del hombre que cambió el mundo para siempre no es para menos. Sin embargo, su tragedia no es ni mucho menos poco común. Antes que él, muchos otros tuvieron que pasar por lo mismo: ver su obra utilizada para la destrucción, encarnar el clásico mito de Prometeo en la edad moderna.

“Me he convertido en la muerte, en el destructor de mundos”, se le atribuye a Oppenheimer tras conocer el fatídico resultado de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki (Japón). La ciencia es el avance de nuestro mundo, pero cuando el miedo o el poder están presentes, puede serla causante de su fin.

En el contexto actual, de profundo cambio con la evolución de la inteligencia artificial, Geoffrey Hinton, padre de la IA, abandonaba Google confesando a The New York Times que se arrepentía: “Me consuelo con la excusa normal: si no lo hubiera hecho yo, lo habría hecho otro. Es difícil ver cómo se puede evitar que los malos actores lo utilicen para cosas malas”.

Competir por un segundo puesto con el padre de la bomba atómica en materia de destrucción o arrepentimiento es difícil, y, sin embargo, no sería de consuelo para ninguno de los que conforman esta lista: seis inventores que se arrepintieron de su obra.

Alfred Nobel, inventor de la dinamita (1833-1896)

Alfred Nobel
Alfred Nobel

En Suecia, un 21 de octubre de 1833 nació Alfred Nobel, hijo de un ingeniero, inventor y diseñador de armamento. Su juventud transcurrió en gran medida en San Petersburgo, Rusia, donde su padre buscaba abrirse camino en el mundo empresarial.

Sin embargo, no fue tras varios percances, entre los que se encuentra la fatal explosión en 1864 que acabó con la vida de su hermano Emil, cuando Alfred Nobel consiguió lo que buscaba: estabilizar la dinamita. Su inventó cambió por completo los paradigmas en la construcción y minería.

Una mente maravillosa

Pese su éxito, la asociación de esta invención con la guerra y la devastación golpeó a Nobel. Esta percepción se agravó después de un error periodístico en 1888, cuando un diario francés publicó su obituario en lugar del de su hermano Ludvig, y le atribuyó el título de “mercader de la muerte” y que le ofreció la visión que tenía la sociedad de su invento.

El suceso le motivó a modificar su última voluntad en 1895, dando vida a los Premios Nobel. Los galardones reconocen los logros destacados en física, química, medicina, literatura y la paz. El deseo de Nobel era honrar a quienes hubieran hecho contribuciones notables a la humanidad. Alfred Nobel falleció el 10 de diciembre de 1896 en San Remo, Italia, sin ver una gala de los premios.

Fritz Haber, el padre de la guerra química(1868-1934)

Fritz Haber
Fritz Haber

Fritz Haber, conocido químico alemán, es ampliamente reconocido por su contribución a la síntesis de amoníaco mediante el proceso Haber-Bosch, un avance crucial para la producción de fertilizantes y procesos químicos, que han ayudado con la alimentación mundial. 

Sin embargo, lamentablemente, también ganó notoriedad como el “Padre de la guerra química” debido a su desarrollo de gases venenosos, como el Zyklon B, utilizados durante la Primera Guerra Mundial y más tarde en el Holocausto.

Warren Buffett

Después de la Primera Guerra Mundial, Fritz Haber enfrentó dificultades y críticas debido a su participación en la guerra química. El ascenso de Hitler y la persecución nazi lo obligaron a huir de Alemania. 

Finalmente, murió en 1934 mientras buscaba una posición de investigación en Palestina. Aunque fue reconocido con el Premio Nobel, su legado quedó marcado por su controvertida participación en la guerra química y el uso de gas venenoso durante el conflicto bélico.

Thomas Midgley, estragos en la capa de ozono (1899-1944)

Thomas Midgley
Thomas Midgley

Thomas Midgley y químico estadounidense, nacido en 1889, es conocido por sus invenciones revolucionarias que moldearon la sociedad moderna. Sin embargo, también es recordado por las controversias que sus creaciones desataron en el mundo.

Uno de los inventos más influyentes de Midgley fue el tetraetilo de plomo, un aditivo revolucionario que se incorporó a la gasolina, prohibido en nuestro país en 2001, y permitía una mejora significativa en el rendimiento de los motores y una expansión sin precedentes del transporte.

Agujero de la capa de ozono

La liberación de plomo en la atmósfera derivada de su uso causó estragos en la salud pública y el medioambiente. La comunidad científica y la sociedad en general enfrentaron serias consecuencias que plantearon importantes interrogantes sobre la responsabilidad de los avances tecnológicos.

Otro de los inventos de Midgley, los clorofluorocarbonos (CFC), celebrados en su momento por su uso seguro en sistemas de refrigeración y aerosoles, tuvo un efecto devastador a largo plazo. Estas sustancias dañaron la capa de ozono y desencadenaron el grave problema del agotamiento de esta capa protectora, contribuyendo así al cambio climático y sus consecuencias.

Louis Fieser, padre del napalm(1899-1977)

Louis Fieser
Louis Fieser

El general Curtis LeMay, que dirigió tres ataques con Napalm en Tokio en 1945, escribió después de la guerra: “Quemamos, hervimos y horneamos hasta la muerte a más personas en Tokio la noche del 9 al 10 de marzo que en Hiroshima y Nagasaki combinados”.

En 1942, el químico Louis Fieser lideró un equipo de investigadores que desarrolló esta mezcla de gasolina y un gelificante, que se utilizó como arma durante la guerra. El napalm demostró ser altamente efectivo en el combate, pero también provocó una amplia devastación y sufrimiento humano. Su catastrófico poder destructivo fue revelado al público en la guerra de Vietman.

Mijaíl Kaláshnikov, padre de la AK-47 (1919-2013)

mikhail kalasnikov

Mijaíl Kaláshnikov fue un diseñador de armas ruso cuyo nombre se convirtió en sinónimo de muerte y destrucción. Nació en la humildad de una familia de campesinos en Kurya, Rusia, el 10 de noviembre de 1919. Su vida cambió de rumbo cuando, a la sombra de la Segunda Guerra Mundial, fue reclutado por el Ejército Rojo.

El revés de la guerra lo alcanzó en 1941, cuando resultó herido en la Batalla de Bryansk. Lejos del frente, convaleciente, Kaláshnikov se encontró en una encrucijada que lo llevó a diseñar un nuevo fusil de asalto. Soñaba con un arma más eficaz, más sencilla de manejar, más resistente.

coche eléctrico kalashnikov

Tras el final de la guerra, su sueño se materializó en lo que se conocería como el AK-47. Este fusil de asalto, desarrollado en 1947, ganó fama por su increíble resistencia y facilidad de uso, características que lo catapultaron a ser una de las armas más utilizadas en todo el mundo.

Kaláshnikov, cuya vida estuvo marcada por su pasión por la ingeniería, fue laureado con la Orden de Lenin y nombrado Héroe del Trabajo Socialista. Sin embargo, la sombra de su creación lo persiguió hasta el final de sus días. En varias ocasiones, expresó un agudo remordimiento por el legado mortal de su invención.

Arthur Galston, padre del agente naranja (1920-2008)

Arthur Galtson
Arthur Galtson

Arthur Galston fue un prominente bioquímico y botánico estadounidense, nacido el 21 de abril de 1920 en Brooklyn, Nueva York, y fallecido el 15 de junio de 2008. Es conocido por sus contribuciones en el campo de la fisiología vegetal y su papel en el desarrollo del herbicida conocido como “Agente Naranja”.

Eta sustancia fue ampliamente utilizada como una táctica militar para despejar áreas selváticas en Vietnam. El arma tuvo graves consecuencias para el medioambiente y la salud de las personas expuestas a ella, tanto durante la guerra como en las décadas posteriores. 

El Ejército Fantasma: miles de tanques, camiones y cañones de goma usados contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial

A raíz de su participación en el desarrollo del “Agente Naranja”, Galston experimentó un profundo sentimiento de remordimiento y preocupación ética. Se volvió un ferviente defensor de la responsabilidad social y ética en la ciencia, abogando por una mayor conciencia sobre las implicaciones de los descubrimientos científicos y sus aplicaciones.

La historia de todos estos inventores habla de la disyuntiva entre poder, la utilidad, el progreso y la posibilidad de que las herramientas caigan en las manos equivocadas. El avance contra la derrota, la guerra contra la amenaza, la esperanza frente a la ambición.

Como ya sucedió con Oppenheimer, que cambió el mundo para siempre con su invención, todos estos hombres tuvieron que lidiar con sus magnificas y devastadoras creaciones. La película de Nolan, bien podría hablar por todos ellos.

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Etiquetas: Cine