La industria de los vehículos eléctricos está en su mejor momento gracias a la transformación del modelo de movilidad y la llegada de la tecnología de las baterías de estado sólido. Este sistema prescinde de los electrolitos líquidos, lo que reduce el riesgo de incendios y aumenta la autonomía.

Las baterías de litio tienen dos electrodos y un separador que evita que entren en contacto cuando el electrolito se desplaza entre los iones. El desempeño es muy dependiente de la temperatura, algo peligroso dada la facilidad con la que puede incendiarse. El electrolito líquido puede expandirse debido a los cambios de temperatura y provocar un cortocircuito cuando se toquen los electrodos.

Las mejoras en seguridad, tiempos de carga de las baterías sólidas y almacenamiento de energía acercan los coches eléctricos a compradores que podrían no valorar esta opción. El potencial es indudable pero la industria se enfrenta a una demanda creciente que no puede cubrir y una escasez de materiales, recoge yTech.

Localizan un colosal yacimiento de litio que podría cambiar el futuro del coche eléctrico a nivel mundial

Las baterías de estado sólido podrían sustituir a las baterías de iones de litio actuales. Esta tecnología es más eficiente y segura: la fiabilidad de los vehículos aumenta y se pueden ampliar las distancias de viaje con una sola carga. El reto ahora es adaptar la infraestructura a las capacidades de carga rápida de estas pilas.

Algunas marcas como Toyota se posicionan como un referente en esta tecnología. El fabricante japonés quiere lanzar al mercado su primer coche con batería en estado sólido en 2025, un modelo híbrido con una pila más pequeña y menor coste de fabricación. 

Toyota asegura que la primera generación de estos vehículos ofrecerá una autonomía de más de 1.000 kilómetros con una sola carga. El sistema de carga rápida de corriente continua permitirá pasar del 10 al 80% en tan solo diez minutos. 

Las baterías sólidas no solo se utilizarán en los coches eléctricos

Este avance tecnológico va más allá de la industria automovilística. Las baterías de estado sólido se podrán utilizar para mejorar el almacenamiento de la energía renovable en la red. El proceso será también más seguro gracias a dicha reducción de los materiales altamente inflamables. 

La industria aeroespacial se beneficiará de las baterías en estado sólido gracias a su elevada fiabilidad. La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) pretende estudiar el funcionamiento de esta tecnología durante seis meses en la Estación Espacial Internacional, ha informado Híbridos y Eléctricos.

Todas las industrias tendrán que hacer frente a un problema común: aumentar la producción para satisfacer la demanda de los consumidores cuando el proceso de adquisición de materiales esenciales como el litio es inestable.