Seguro que si eres de esas personas que se pasa el día mirando el móvil, en algún momento has experimentado dolor de cuello, o incluso de espalda. Resulta algo normal, ya que estás bastante tiempo con la cabeza agachada. 

Pues por si esto fuese poco, parece que más allá de estas molestias tan concretas, ahora se suma un participante nuevo a la lista de dolencias relacionadas con el móvil: las rodillas y articulaciones en general. 

Un estudio publicado por el Instituto Nacionales de la Salud (NIH) así lo confirma y revela que pasar más de cuatro horas diarias frente a la pantalla del móvil aumenta de forma considerable el riesgo de desarrollar problemas musculoesqueléticos, con el dolor en las rodillas en el centro de todo.

Expertos, como Josh Gordon de Geonode, señalan que la constante inclinación sobre los smartphones provoca un cambio en el peso corporal, generando una tensión adicional en las rodillas. Este gran problema, por si fuese poco, se suma a los ya conocidos, como el desarrollo de osteoartritis debido a un estilo de vida sedentario dado, en cierta parte, por el teletrabajo.

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Continúan encontrando conexiones entre un uso excesivo del móvil y tu cuerpo: ahora le toca a las rodillas

Tal y como explican en el estudio, la conexión entre el uso excesivo de este dispositivo y el dolor de rodilla radica en la interferencia con los procesos naturales de movimiento que mantienen las articulaciones, los tejidos musculares y ligamentos en buen estado. 

Permanecer quieto o quieta durante mucho tiempo puede desequilibrar la estructura de la rodilla, dando lugar a tensiones que acaban molestando. Además, el hábito de encorvarse para ver la pantalla no solo afecta las rodillas, sino que también contribuye al sobrepeso, ejerciendo presión adicional en las articulaciones y complicando, por si no fuese suficiente, aún más la situación.

Este estudio en concreto coincide con uno que se realizó ya hace un tiempo que en ese caso destacó lo que sufre tu espada por ese encorvamiento. Ahora, parece que el mismo principio se aplica a otras articulaciones vitales del cuerpo. 

Ante esta realidad que poco a poco se reconfirme, los investigadores, lógicamente, sugieren reducir el tiempo frente a la pantalla del móvil y reemplazarlo o al menos incluir de forma diaria en tu día a día ejercicio como una medida para evitar que los síntomas se den antes de tiempo.