En Cardiff, Gales, Mark Vanstone, de 59 años, se ha ganado el título de propietario del móvil más antiguo del Reino Unido. Su reliquia tecnológica es un Motorola 4800X, un auténtico "ladrillo" de los años 80 que utilizaba en sus días como ingeniero a los 25 años. 

Este casi inmortal móvil, con una batería que apenas dura 30 minutos, tal y como comenta, ha sido un testigo en las sombras de décadas de avances tecnológicos a los que se ha negado sumarse.

Según él, su peso era toda una locura. A pesar de su inmensidad y limitada autonomía, Mark ha conservado este tesoro tecnológico, que ahora sus hijos encuentran un tesoro de la antigüedad y siempre piden que lo lleve a las fiestas familiares para poder verlo de cerca. 

"En el trabajo compartíamos el teléfono, quien estaba de guardia los fines de semana tenía el teléfono", explica. "Te colocabas el móvil de 1,5 kg al hombro para llevarlo a casa y la batería duraba unos 30 minutos", comenta.

"Si recuerdo el año en que compré el teléfono, fue el año en que nació mi hija y por eso lo recuerdo tan bien, el teléfono valía 1.000 libras. Era muy caro para aquella época; hemos recorrido un largo camino desde entonces", explica Mark Vanstone.

Mobile Phones Direct, una tienda al uso de venta de móviles, al descubrir este antiguo Motorola, reveló que todavía tiene el mismo valor en el mercado de dispositivos antiguos. 

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Los años 80 en España: un acceso muy limitado a los móviles aunque fuesen "ladrillos"

En España, como en muchos otros lugares del mundo, la evolución de los móviles ha sido enorme a lo largo de las décadas. Sin embargo, a finales de los años 80 y principios de los 90, eran una rareza y un símbolo de estatus debido a su alto coste.  

Las tarifas de llamada también eran caras, lo que resultaba casi imposible de hacer frente y solo unos pocos contaban con ellos, en su mayoría empresarios y profesionales. Como era de esperar, su uso se limitaba en gran medida a llamadas de voz, ya que no tenían capacidadeenviar un mensaje ni acceso a Internet.

En esta época, las redes analógicas eran las más comunes, y los dispositivos eran voluminosos, como el Motorola 4800X de Mark Vanstone, que se considera uno de los primeros teléfonos móviles comerciales. Eran conocidos como "ladrillos" debido a su tamaño y peso, a menudo con una antena extensible.

A medida que la década de 1980 llegaba a su fin, los móviles comenzaron a volverse más asequibles y compactos. Los años 90 verían la popularización de los teléfonos móviles y el inicio de la revolución en España y en todo el mundo.