Si alguna vez has tenido esa impresión, tranquilo porque no estás loco: los móviles son cada vez más grandes. 

Pero no sería raro si cuando ves los datos en pulgadas te quedas algo confuso porque no parece que haya una gran diferencia entre los móviles compactos y los más grandes de la actualidad, que se mueven todos entre las 6 y las 6,8 pulgadas.

Pero entonces, si solo hay una pulgada o menos de diferencia entre muchos móviles, ¿por qué unos parecen mucho más grandes que otros?

Deja que te cuente el engaño que supone dar las medidas de las pantallas de los móviles en pulgadas y por qué los móviles plegables son el ejemplo perfecto de que hay que cambiar este sistema.

Medir en diagonal: virtudes y defectos

Cuando una marca te dice que su móvil tiene X pulgadas, te está dando la medida de la diagonal desde una esquina de la pantalla a otra.

Y como todas las pantalla son rectangulares, lo lógico sería asumir que no hay problema. Pero ahí es donde entra en juego el formato o ratio de aspecto, es decir, la forma de ese rectángulo.

En televisores las pulgadas suelen ser bastante representativas del tamaño de una pantalla porque todas emplean el mismo formato: 16:9, el estándar de televisión. Por ello, cuando ves una película, dado que el aspecto del cine es más alargado, es común que veas barras negras por arriba y abajo de la imagen.

Pero los móviles son otra historia porque la relación de aspecto ha ido evolucionando con el tiempo a medida que las pantallas aumentaban de tamaño y los diseños iban reduciendo los marcos.

Por ejemplo: el primer iPhone, de 2007, tenía una pantalla de 3,5 pulgadas y aspecto de 3:2, por lo que era mucho más cuadrada. El último modelo, el iPhone 15 Pro Max, presenta un panel de 6,7 pulgadas con un ratio de de 19,5:9. Es decir, el alto ya es más del doble que el ancho.

La clave sería medir la superficie, no la diagonal

Si los fabricantes se propusieran que los usuarios como tú entiendan mejor las dimensiones de una pantalla, la solución sería dejar de centrarse en los datos de la diagonal en pulgadas y en su lugar dar los de la superficie, en centímetros o pulgadas cuadradas.

Por ejemplo: el iPhone 15 Pro tiene 6,1 pulgadas y el iPhone 15 Pro Max cuenta con un panel de 6,7 pulgadas. Parece que 0,6 pulgadas de diferencia no es mucho, ¿verdad?

Pero el iPhone 15 Pro Max tiene una pantalla con 110,2 centímetros cuadrados de superficie, mientras que el iPhone 15 Pro se queda en los 91,3 centímetros cuadrados.

Por lo que la pantalla es un 20,7% mayor en superficie. ¿A que así se entiende mucho mejor?

Los móviles plegables lo complican todo aún más

Pues si el ejemplo de las pantallas de los iPhone 15 no te ha parecido suficiente, los móviles plegables han llegado a la industria en los últimos años para complicar aún más las cosas.

El OnePlus Open, el primer plegable de la marca, tiene una pantalla exterior de 6,31 pulgadas y una interior de 7,82 pulgadas. El Samsung Galaxy Z Fold 5, por su parte, tiene un panel secundario de 6,2 pulgadas y uno interior de 7,6.

Es lógico que te plantees: si la pantalla interior parece casi el doble de grande que la exterior, ¿cómo pueden tener solo una pulgada y media de diferencia?

De nuevo, la medición en diagonal induce a la confusión porque por su forma, los plegable tipo libro tienen una pantalla exterior rectangular similar a la de los móviles tradicionales, mientras que la interior es prácticamente cuadrada.

Pero si lo que miramos es la superficie, puedes ver que la pantalla de 7,82 pulgadas del OnePlus Open tiene 196,7 centímetros cuadrados, más del doble que el iPhone 15 Pro con sus 6,1 pulgadas. Y casi el doble de su pantalla exterior también.

Para lo mismo con el Samsung Galaxy Z Fold 5, que con su pantalla interior de 7,6 pulgadas, casi duplica el panel del iPhone 15 básico gracias a sus 183,2 centímetros cuadrados.