Crean un material para refrigerar alimentos y otros productos sin electricidad

Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) se ha inspirado en la piel del camello para desarrollar un material que puede refrigerar alimentos, medicamentos y otros productos perecederos sin electricidad.
Por desgracia, la energía eléctrica no está plenamente disponible en todos los lugares del mundo, por lo que hay muchas personas que no se pueden beneficiar de sus ventajas. Además, aunque las fuentes renovables como la solar o la eólica permiten producirla de forma limpia y respetuosa con el medio ambiente, es recomendable ahorrar su consumo en la medida de lo posible para utilizarla solo en lo que sea imprescindible.
Con el objetivo de sea posible mantener frescos los alimentos, medicamentos y otros productos pereceros en los lugares que no tienen suministro eléctrico, un equipo de científicos del MIT ha creado un material capaz de refrigerar sin necesidad de estar enchufado a la red eléctrica.
Los investigadores se han inspirado en el camello para diseñar este compuesto. Se trata de un sistema de refrigeración pasivo compuesto por dos capas, una de hidrogel y otra de aerogel, que al igual que la piel del camello puede mantener frescos los productos durante días sin electricidad.

MIT
Aunque a priori podemos pensar que el pelaje del camello le puede producir mucho calor bajo el sol abrasador del desierto, en realidad es un mecanismo perfecto para reducir la pérdida de humedad y favorecer la sudoración, lo que proporciona un efecto refrescante gracias a la evaporación. De hecho, los estudios científicos han demostrado que un camello afeitado pierde un 50% más de humedad que uno con su pelaje.
Los investigadores del MIT se han inspirado en esto para diseñar este material de refrigeración pasivo. Como decíamos, se compone de dos capas. La capa inferior está hecha de hidrogel, un elemento parecido a la gelatina hecho principalmente de agua, que en la práctica funciona como las glándulas sudoríparas del camello. El hidrogel se va evaporando poco a poco, lo que ayuda a bajar la temperatura.
La capa superior está compuesta de aerogel y se encarga de mantener alejado el calor externo, al mismo tiempo que permite que pase el vapor que contribuye a bajar la temperatura ambiental. En las pruebas, una capa de hidrogel de 5 mm cubierta de otra de aerogel de 5 mm tardó 200 horas en perder su humedad y mantuvo la temperatura 7 ºC más baja que la del ambiente.
El equipo señala que este material podría utilizarse para envasar alimentos y preservar su frescura durante días sin necesidad de electricidad. "También podría permitir que los medicamentos, como las vacunas, se mantengan de forma segura mientras se entregan a lugares remotos", explican los investigadores en un comunicado.
[Fuente: MIT]
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