La NASA anuncia que estrellará la Estación Espacial Internacional en el Océano Pacífico, y ya sabemos cuándo

Ya sabemos cuándo va a morir la Estación Espacial Internacional (ISS), y cómo la hará. Uno de los mayores logros de la Humanidad y uno de los cada vez más escasos ejemplos de cooperación internacional que nos quedan.

La ISS es un faro en la oscuridad para las seres humanos, en más de un sentido. En el científico, por sus importantes aportaciones a la ciencia, la exploración del espacio y la investigación. Y en el humano, como el mejor ejemplo de colaboración entre países, más necesario que nunca en una época en la que los políticos de todo el mundo buscan volver a la confrontación y el individualismo.

La Estación Espacial Internacional se lanzó al espacio el 20 de noviembre de 1998. Ya lleva 23 años orbitando la Tierra, y le quedan 8 años más. La NASA ha oficializado su final, en este emotivo vídeo:

En un informe publicado hace dos días, la NASA confirma que la ISS continuará funcionando hasta el año 2030, varios años más de lo previsto.

En 2031 la Estación Espacial Internacional se estrellará en un rincón remoto del Océano Pacífico, aún por decidir.

"Esta tercera década es la de los resultados, basada en nuestra exitosa asociación mundial de investigación humana para apoyar la exploración del espacio profundo, seguir devolviendo beneficios médicos y ambientales a la humanidad y sentar las bases para un futuro comercial en la órbita terrestre baja", explica Robyn Gatens, director de la ISS en la NASA, en un comunicado.

 "Esperamos maximizar estos retornos de la Estación Espacial hasta 2030, mientras planificamos la transición a los destinos espaciales comerciales que vendrán después", concluye.

¿Y quién va a sustituir a la ISS cuando ya no esté?

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Por desgracia, diremos adiós a esta colaboración mundial. Rusia y China ya tienen o están planificando su propia estación espacial.

En el caso de la NASA, planea ayudar a la construcción de varias estaciones espaciales privadas, en donde la NASA será solo un cliente más.

La privatización del espacio, que comenzó con Space X, Blue Origin y compañía, parece que se va a intensificar en los próximos años.