La exploración espacial será el objetivo del ser humano para los próximos siglos, pero mientras eso llega, primero hay que entender lo que está alrededor de la Tierra, y para ello la Fuerza Espacial de los Estados Unidos y otras agencias del mundo, están poniendo en práctica una serie de experimentos, algunos de ellos clasificados.

Y el último experimento de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos tiene que ver con el conjunto de sus naves conocidas como X-37, muchas de ellas con misiones secretas, y la última acaba de regresar a la Tierra tras pasar 908 días en órbita.

Esta nave secreta no tripulada X-37 B aterrizó el pasado sábado después de 908 días en órbita, una nave perteneciente a la Fuerza Espacial de los Estados Unidos. 

Cuenta con más de 8 m de largo y se lanzó originalmente en mayo de 2020, y ha pasado dos años y medio en órbita, superando el anterior registro en más de cuatro meses.

La nave forma parte de la misión de la Fuerza Aérea y Espacial de los Estados Unidos conocidas como misiones X-37, y es la sexta vez que una nave no tripulada se envía a órbita.

Según ha explicado la propia Fuerza Espacial, la nave X-37B ha estado en el espacio para realizar experimentos. 

Dos experimentos concluidos con éxito

Uno de esos experimentos es probar la radiación espacial en las semillas a bordo de la nave, mientras que otro experimento ha sido enviar con éxito energía solar a la Tierra desde el espacio, utilizando ondas de radio, y todo gracias a un nuevo panel solar montado a bordo.

Si bien no hay mucha información al respecto sobre esta nave secreta, Heather Wilson, antigua secretaria de la Fuerza Aérea, señaló que las naves X-37 son capaces de cambiar rápidamente su dirección y sumergirse en la atmósfera para despistar a cualquier otra nave.

Sea como fuere, este tipo de organizaciones seguirán realizando experimentos secretos que es probable que se acaben desclasificando durante los próximos años, pero solo tras haber acabado su objetivo para no dar pistas a la competencia.