Las primeras casas de biocerámica, que no contaminan, son baratas y duran 500 años

El 40% de CO2 que contamina nuestra atmósfera, lo produce la construcción, el uso y el mantenimiento de las viviendas, según cuenta la web Geoship.

Esta compañía norteamericana lleva años desarrollando un nuevo material de construcción: la biocerámica. Este compuesto se usa en la industria dental para fabricar implantes, por su extrema dureza, y porque es biocompatible con todo tipo de compuestos orgánicos, como la propia boca.

Geoship ha modificado la biocerámica para hacerla compatible con la construcción, creando las primeras casas de biocerámica. No contaminan, usan materiales no tóxicos, se pueden regenerar, no se incendian, aguantar tornados y terremotos, y además son baratas, entre otras ventajas. Puedes verlas en este vídeo:

¿Por qué usar biocerámica?

Según explica la propia web de Geoship, la arquitectura biocerámica elimina casi todos los productos de construcción y cadenas de suministro completas.

Los tejados, el papel de alquitrán, las cerchas, el aislamiento, la madera, el acero, el hormigón, los adhesivos, los tableros de partículas, los paneles de yeso, la pintura y los revestimientos se sustituyen por compuestos biocerámicos.

El material cerámico está formado por minerales terrestres en bruto y fibras naturales. Reaccionan a temperatura ambiente y forman un hormigón cerámico altamente cristalino.

No hay nada que se pudra, oxide, corroa o queme, ni productos petroquímicos. Las cúpulas biocerámicas son realmente 100% atóxicas.

Guía y consejos para comprar una vinoteca para almacenar el vino en casa

No hay nada como poder abrir una buena botella de vino cuando se está con amigos. Pero resulta que no lo haces porque no tienes un buen sitio donde guardarlos.

Saber más

Por tanto no solo tenemos unas casas con un material que no contamina, no arde ni se oxida, sino que además es extremadamente duradero: hasta 500 años.

Y si algo se estropea, el propio inquilino puede arreglarlo con una especie de masilla cristalina, o incluso con una pintura que añade capas a la biocerámica.

La ventaja añadida de esta tecnología, es que las casas de biocerámica se fabrican muy rápido, y son más baratas.

Geoship ya permite reservarlas, aunque no comenzarán a construir hasta 2023. Vende una biocúpula para montar un estudio por unos 30.000 dólares, y una biocúpula para vivir una familia, por 100.000 dólares. Estos elementos son modulares, y se pueden unir varios para crear casas más grandes.

Quizá aquí no nos parezcan muy baratas, pero en Estados Unidos es una fracción de lo que cuesta una vivienda.

 Veremos hasta dónde puede llegar este prometedor material.