Seguro que te ha pasado más de una vez, o en ciertas épocas. El problema es cuando se vuelve algo crónico. ¿Te despiertas a las 3 o las 4 de la mañana y no puedes dormirte?

La hora es solo una indicación, ya que lógicamente dependerá de a qué hora te acuestes. El problema que mencionamos aparece cuando la persona afectada se despierta después de dormir entre el 50 y el 75% de su tiempo.

¿Por qué muchas personas se despiertan en mitad de la noche, sin una razón aparente? Y, más preocupante aún: ¿por qué no pueden volver a dormirse?

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Según cuenta Business Insider, desvelarse en mitad de la noche, es normal: "la noche también está marcada por breves despertares”, aclara en The Guardian Alice Gregory, profesora de psicología en Goldsmiths, Universidad de Londres (Reino Unido).

Esto ocurre porque el sueño se divide en ciclos que duran hora y media, y a medida que superamos el 50% de nuestro tiempo de dormir, al final de esos ciclos el cerebro se va desperezando: la secreción de melatonina, responsable del sueño, baja, y la de cortisol sube.

Casi todo el mundo se despierta unos breves segundos al final de los ciclos, pero muy poca gente se da cuenta, porque nos volvemos a dormir enseguida.

El problema surge cuando nos despertamos por completo a las 4 de la mañana... y no podemos volver a dormir.

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Según el psicólogo Greg Murray, la principal razón es por el estrés y la ansiedad. Preocupaciones que arrastramos por el día, y nos afectan por la noche.

Otra causa puede ser una apnea del sueño, que son episodios en donde el paciente deja de respirar unos segundos. Puede ser peligroso porque el cerebro deja de recibir oxígeno.

En los casos de apnea hay que acudir al médico, pero si es por estrés o ansiedad, hay un truco para intentar volver a dormirse: no mirar el reloj.

Si miramos qué hora es y vemos que queda poco para levantarse, nos pondremos más nerviosos por no poder descansar, y la cosa empeorará.

Posiblemente no corregiremos el problema hasta que ataquemos la causa del estrés y la ansiedad, pero mirar el reloj es lo peor que podemos hacer. Solo queda tener paciencia e intentar relajarse, para que nuestra mente encuentre otra vez el sueño.