Qué es un “accidente solitario” y cómo evitarlo según la DGT
Los periodos de fiestas suelen ser espacios del año en los cuales se hacen largas travesías así que hay que mantener mucho cuidado ante los “accidentes solitarios”.
A la hora de conducir hay que tener en cuenta muchos factores: estados de las vías, iluminación y, sobre todo, nuestro estado. Podemos pensar que en los accidentes de tráfico siempre hay varios implicados, pero al realidad es que también existe un tipo de accidente en el cual solo un vehículo es el protagonista.
Estos accidentes son denominados “accidentes solitarios” y hay formas de evitarlos, pero antes habrá que conocer cómo se producen y por qué son tan peligrosos. La Universidad de Valencia y la DGT realizaron un estudio en el cual se constató que este tipo de accidentes son los más atribuibles a la somnolencia.
Las franjas en las cuales se suelen producir estos accidentes suelen ser las horas cercanas al amanecer y también las primeras de la tarde. Eso sí, también existe una franja clave que se da entre las tres y cinco de la madrugada. Lo que ocurre es que el sueño aparece y hace que los tiempos de reacción aumenten.
Al tardar más en reaccionar los accidentes son más propensos de ocurrir, hay muchos más errores en la carretera y, normalmente, al sentir sueño la conducción se vuelve más agresiva e irresponsable. Los consejos de la DGT para evitar este tipo de accidentes se aplican también a cualquier tipo de conducción nocturna.
Lo primero es comprobar antes de salir de casa que todas las luces funcionan correctamente, los siguiente es que hacer el reglaje de los retrovisores para saber que están bien regulados. Al hilo de las luces también hay que comprobar la altura de los faros para que ofrezcan su mejor rendimiento y no molesten al resto de conductores.
Si las horas del atardecer coinciden con nuestra salida de casa lo que hay que hacer es encender el alumbrado una hora antes de la puesta de sol. En caso de la que meteorología sea mala o hay poca visibilidad lo que hay que hacer es adecuar la velocidad. Los descansos son importantes y más en travesías de larga duración.
Lo que recomienda la DGT es hacer paradas cada hora u hora y media. Si incluso cumpliendo todos estos consejos aparecen síntomas como el lagrimeo, fatiga ocular, somnolencia y picor de ojos; lo mejor será buscar un lugar seguro en el que estacionar el vehículo para descansar y luego proseguir la marcha.
Eso sí, al realizar esta parada lo mejor y lo obligatorio es señalizarla con triángulos para así evitar cualquier posible accidente por otro conductor despistado. En la carretera hay que tener mucho cuidado y, normalmente, nuestro peor enemigo es nuestra sobrestimación a nuestras capacidades al volante.
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Descubre más sobre Ilan K. Cherre, autor/a de este artículo.
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