Si hace unas semanas os traíamos que Tesla era objeto de una nueva investigación por parte de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) de EE. UU. por la propensión de sus coches a activar de forma inapropiada la función de frenado de emergencia. Ahora la historia se repite.

Esta semana es el turno de Honda. La NHTSA abrió una investigación preliminar sobre el problema el 21 de febrero, tras recibir 278 quejas sobre coches que desaceleraban repentinamente a pesar de que no había nada en su camino.

El problema afecta a unos 1,7 millones de coches en total, repartidos entre los crossovers CR-V de los modelos de 2017 a 2019 y los sedanes Accord de 2018 a 2019.

Por suerte, de las 278 quejas, la NHTSA dice que solo seis de ellas alegaron colisiones con lesiones menores, y no se han reportado incidentes más graves. Es decir, que no hubo muertos en ningún caso.

Todos estos casos se dan por culpa del asistente de conducción de Honda, el cual puede frenar en caso de que detecte una frenada inesperada del coche de delante o de si aparece algo por sorpresa en la trayectoria del coche.

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El trabajo de Honda ahora es revisar en los casi 2 millones de vehículos afectados para descubrir cual es el problema. Por suerte para la marca nipona, lo más seguro es que se puede solucionar el fallo vía actualización, lo que sería mucho más rápido y económico para todos, como suele hacer Tesla.

No olvidemos que la marca de coches de Elon Musk suele llamar cada poco tiempo a sus coches por culpa de fallos de este tipo: frenazos involuntarios, bombas de calor que no funcionan, coches que no arrancan por el frío, coches que se desbloquean solos... La verdad es que tener un Tesla es deporte de reisgo.