Las aplicaciones de navegación conectadas a la red llegaron para hacernos la vida más fácil. Hoy día este mercado de millones de usuarios se reparte entre dos aplicaciones. Google Maps y Waze. Ambas con sus pros y su contras.

La realidad es que estas dos nos ayudan, y mucho, en nuestros viajes en carretera. Nos recuerda la velocidad máxima de la vía, nos indica qué salida es la correcta, nos da diferentes opciones de trayecto, nos avisa en caso de accidente... y nos alerta de radares y controles.

Y si bien la Guardia Civil y los agentes de tráfico se han quejado de esto a lo largo de los años, con intentos de prohibición y demás movimientos, la justifica ha dado la razón a las aplicaciones: la colaboración entre ciudadanos es legal a la hora de avisar de controles y radares.

Y como dice el dicho: si no puedes con tu enemigo, únete a él. Dicho y hecho, o al menos así ha procedido la policía inglesa de la localidad de Surrey (uno de los condados de Reino Unido, situado al sur del país).

La cuenta de Twitter de la policía publicó un tuit dando a entender que estaba usando la aplicación Waze para engañar a los conductores, alertando de controles de policía ficticios a lo largo de su jurisdicción. Haciendo así que los conductores fueran más cuidadosos a la hora de pisarle.

"Definitivamente, no soltamos marcadores de Policía en Waze en puntos aleatorios de nuestra patrulla, nope - nunca. Una forma fácil de conseguir que los conductores reduzcan la velocidad en nuestras carreteras - gracias @Waze", escribieron en su cuenta a finales del mes pasado.

Esta jugada ha alertado a los conductores, los cuales suelen creer a pies juntillas los avisos que aparecen tanto en Maps como en Waze. Aunque es cierto que, de normal, los avisos de radar móvil o controles no suelen ser ciertos, pero se suele achacar a que estos son temporales.

Habrá que estar atentos por si la Guardia Civil en España sigue los mismos métodos que la policía inglesa, pero nada evita que cualquier persona (sea agente de tráfico o no) ponga un aviso en la aplicación. Sin duda, hablamos de una buena medida preventiva que no hace daño a nadie.