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Todo lo que debes saber de los velolaser, los radares más efectivos de la DGT

Radar velolaser

Así funcionan los vanguardistas radares velolaser de la DGT, unos radares indetectables que suelen pasar desapercibidos a pesar de que ponen multas.

Los radares forman parte de nuestra vida diaria a la hora de conducir en carretera, y tenemos de varios tipos que utiliza la Guardia Civil y la Dirección General de Tráfico para hacer que nuestras carreteras sean mucho más seguras.

Y uno de esos radares menos conocidos, indetectables y de última vanguardia son los llamados radares velolaser de la DGT, y que también han levantado polémica en estos últimos tiempos debido a su posición.

Una de las principales características de los radares velolaser de la DGT es que prácticamente pasan desapercibidos para los conductores, no solo por su pequeño tamaño de apenas 50 cm, sino porque se colocan en ciertos elementos en los que habitualmente no hay radares.

Radar DGT

Lo bueno de estos radares es que pueden ser controlados desde cualquier punto dado que cuentan con tecnología 4G, por lo que puede manejarse de forma remota.

Como dijimos, tienen un tamaño inferior a 50 cm, pesan unos dos kilos y su principal uso es controlar la velocidad en carretera.

Igualmente tiene una autonomía de hasta cinco horas, facilita bastante el trabajo a todos los agentes de tráfico y cuenta con una mayor eficiencia en la zonas en las que está actualmente situado.

Y es que como dijimos los radares son muy efectivos y capaces de detectar a los infractores que pasan entre los 15 hasta los 50 m, hasta dos carriles de su ubicación y hasta con un rango de actuación que alcanza desde los límites de 30 km/h a 250 km/h.

Por otra parte cuenta con un margen de error del 5 %, funciona tanto de día como de noche y son capaces de enviar notificaciones de sanción a vehículos ocultos que estén situados a gran distancia.

Su tecnología también les permite realizar un recuento del número de automóviles, de diferenciar entre vehículos ligeros y pesados y hasta de elaborar estadísticas de velocidad.

Evidentemente estos radares ponen multas, y pueden llegar estas multas hasta los 600 euros por exceso de velocidad, pero también pueden vigilar el uso del teléfono móvil al volante multado con 200 euros o por no llevar correctamente el cinturón de seguridad, otros 200 euros de multa, entre otras infracciones.

Estos velolaser pueden ser colocados sobre una señal, también anclados sobre un trípode o en los propios vehículos de la Guardia Civil. En todo caso la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha ordenado que no se puedan colocar este tipo de radares sobre las biondas o en los quitamiedos porque podrían ser peligrosos ante cualquier impacto.

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