Todos debemos circular a la velocidad indicada, pero también es cierto que conocemos algunas de las prácticas que muchos conductores llevan a cabo con los radares: ir más rápido de lo permitido y frenar justo antes de pasar uno. Sin embargo, eso se va a terminar con los nuevos radares.

Tal como informan en Autobild, la Estrategia de Seguridad Vial 2021-2030 quiere reducir los accidentes en carretera a través de una serie de medidas que empujen a los conductores a ser más precavidos. Para eso está la instalación de radares más efectivos, como los antifrenazo y en cascada.

Está previsto que en 2022 Tráfico instale al menos 26 nuevos radares en nuestro país que se sumarán a la cantidad ya existente: 780 fijos, 545 móviles y 92 de tramo. Pero ¿en qué cambian los nuevos radares que vamos a encontrar?

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Radares antifrenazo

El mismo nombre de estos radares ya muestra la intención que tienen: sancionar a quien va por encima de la velocidad permitida de forma consciente y frena al acercarse al radar para sobrepasarlo a la velocidad legal.

Estos radares se instalan antes del radar que conocen los conductores y en caso de sanción serán los que prevalezcan en la medición de la velocidad. La distancia a la que se colocan sobre los radares conocidos puede variar.

Radares en cascada

Con los radares en cascada ocurre algo similar, aunque con una ligera diferencia al instalarse más adelante para penalizar a los conductores que una vez han pasado un radar se confían y aceleran pensando que no encontrarán ningún control más.

El objetivo de estos avances es que los conductores dejen de estar pendientes de dónde están los radares, o las cajas de radares, porque muchas se encuentran vacías. Habrá quien siga frenando de forma instintiva al ver una, pero la idea es que se mantenga una velocidad constante dentro de la legalidad siempre que se conduce.