Mientras el mundo se prepara para lo que podría ser el mayor conflicto militar en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, diferentes industrias se preparan para su impacto. Micron, que obtiene parte de su suministro de neón de Ucrania, ha transmitido un mensaje de calma.

Según la compañía especializada en la fabricación de chips y semiconductores, por ahora pueden trabajar sin problema con el suministro ucraniano pese a la tensión bélica y el cierre de fronteras. Pero no descartan que puedan surgir otros problemas causados por el conflicto.  

Ni Ucrania ni Rusia controlan una parte importante de la cadena de suministro de semiconductores, pero lo que si es cierto es que, indirectamente, empresas de ambos países participan en ella. Esto es lo último que nos faltaba.

Por este motivo, una guerra entre los dos estados afectaría a la industria de los chips, ya sea interrumpiendo el suministro de algunos ingredientes a empresas clave, lo que provocaría un efecto dominó en la cadena, o mediante ajustes de precios por parte de otros proveedores (por las sanciones).

Micron se abastece en Ucrania de una pequeña parte de los gases nobles que utiliza, como el neón. Esa porción no es significativa, por lo que Micron asegura que podrá compensarla pidiendo más a otros proveedores, aunque la mera idea no es buena. 

"Para Micron, una pequeña parte de nuestros gases nobles proviene de Ucrania y, por supuesto, tenemos un gran inventario, pero lo más importante es que tenemos múltiples fuentes de suministro", dijo Sanjay Mehrotra, director ejecutivo de Micron, en una entrevista con Bloomberg.

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Pero hay otros problemas potenciales que puede causar un conflicto armado cerca de la Unión Europea. Vamos a repasar los puntos que exponen los expertos sobre esta crisis diplomática:

En primer lugar, por la logística. Si Ucrania cierra sus cielos por razones de seguridad, la logística aérea se volverá mucho más compleja. Si Rusia le sigue estos problemas se agravarán.  

En segundo lugar, Ucrania es bastante grande en lo que respecta al desarrollo de software, por lo que, al reclutar el país a reservistas de entre 18 y 60 años, la industria del software del país se vería afectada, y por ende el resto del mundo (si bien a menor medida).

Y, en tercer lugar, Rusia es un proveedor con cierto peso en metales raros como el paladio. Aunque, en general, Rusia se consideraría un proveedor menor y apenas rivaliza con China, si los suministros de este estado se interrumpen, los clientes tendrán que volver a pedir a las ya saturadas empresas chinas.