Cuando publicamos que algunos colegios del Reino Unido iban a activar sistemas de reconocimiento facial en sus comedores hubo algunos detalles interesantes. Para empezar, que funcionarían como modo de pago en momentos concretos, no iban a monitorizar el entorno, y también era llamativo que el 97 % de los padres de esos centros lo aprobase.

Sin embargo, este proyecto se ha detenido por el momento. El Consejo de North Ayrshire se ha visto obligado a hacerlo tras las noticias que han llegado desde la Oficina del Comisionado de Información (ICO) del Reino Unido, según publica Daily Record.

Los motivos que han encontrado para pausarlo no sorprenderán a nadie y hacen referencia ante todo a la "intrusión en la privacidad" que supone para los estudiantes, a pesar de lo que hayan aprobado sus padres.

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Pero esta pausa en el proyecto llega después de que se haya puesto en funcionamiento. La semana pasada el North Ayrshire Council (NAC) activó la tecnología que leía la cara de los alumnos como si fuese su huella dactilar cuando tenían que pagar en el comedor para sumar la comida a su cuenta. Solo ha durado un par de días.

Los padres que no querían que sus hijos usasen el reconocimiento facial tenían un sistema alternativo con el que podían teclear un código PIN que los identificaba.

La Oficina del Comisionado de Información ha publicado que deben considerar un enfoque menos intrusivo en estos nueve centros. Esto ha llevado a que se vuelva al código PIN para todos los alumnos y el anuncio de que estudiarán otros sistemas más adecuados.

Todo esto había generado una controversia en redes sociales y algunos especialistas comentaron su opinión contraria a una tecnología que ven especialmente problemática con niños que pueden acostumbrarse a ella demasiado pronto, además de la gran pregunta sobre cuántos datos se recopilan. 

De todas formas, aunque esto se haya pausado, el reconocimiento facial sigue avanzando en distintos países, desde Rusia hasta Serbia o España, aunque a veces se desconozca que está presente.