La criptomoneda favorita de Elon Musk, la Dogecoin, encadena tres días de ganancias consecutivas y sube por encima de 0,17 dólares (se ha disparado un 93%) animada además por el impulso comprador de las ballenas (inversores de capital muy grande).

Según se afirma en la cuenta de Twitter WhaleStats, este token vuelve a estar en la lista de las 10 monedas más compradas por las 1.000 mayores ballenas que poseen carteras en Binance.  El 11 de enero las ballenas transfirieron 407,4 millones de Dogecoin, y eso incluyó la cartera de la aplicación Robinhood.

En cuanto a la Shiba inu, la cuenta de Twitter de análisis de datos también indica que las 1000 carteras de Ethereum más grandes comenzaron a interesarse en este token una vez más, y SHIB ha entrado en la lista de los 10 tokens más comprados.

Por otro lado, otra de los criptomemes que ha visto crecer considerablemente su precio es la baby doge, que ha desbancado al Ethereum como la moneda digital más operada entre este grupo de grandes tenedores de tokens criptográficos.

Y bien, ¿por qué ha ocurrido todo esto?. Shiba Inu se describe a sí mismo como el token de la gente y afirma que propone construir un Super Dapp que funcionará como una ventanilla única para soluciones de finanzas descentralizadas (Defi).

Además, el 10 de enero, CoinMarketCap anunció que lo incluía en su lista. 

Sin embargo y pese a esto, las predicciones para este año son realmente nefastas para ambas monedas. En el caso de DOGE, los inversores vaticinan una continuación del colapso que ha estado experimentado estos últimos meses de 2021, debido a sus fundamentos débiles y sus tenencias concentradas.

Por otro lado, SHIB y su extrema volatilidad la convierte en una reserva de valor deficiente y un medio de intercambio riesgoso, por lo que la mayoría de los inversores de Shiba Inu tienden a tener una perspectiva a corto plazo (aumentando la volatilidad de la moneda).