Google es la compañía más importante del mundo casi con total probabilidad, mientras que Wikipedia es la principal enciclopedia a día de hoy. El buscador del uno y las páginas del otro son un binomio al que casi todo el que tenga acceso a Internet ha recurrido en cientos de ocasiones, así que es una buena noticia que se alíen.

El objetivo de la alianza entre Google y Wikipedia es el de expandir el conocimiento, y para ello comenzarán a colaborar para traducir las páginas de Wikipedia a todos los idiomas, incluidos aquellos que apenas tienen contenido en esta enciclopedia por falta de hablantes y traductores. Para este fin usarán Google Traductor.

Hay que tener en cuenta que en el mundo hay unas decenas de idiomas que siguen vivos pero apenas tienen hablantes, y menos aún hablantes con acceso a Internet y los conocimientos necesarios como para ponerse a traducir páginas de Wikipedia. Por eso, para mantener vivo el conocimiento en estas lenguas -alguna de ellas con milenios de historia- se usará la tecnología del traductor de Google, el más popular entodo el mundo.

Así puedes traducir textos con el traductor de Google y la cámara de tu móvil

Es una buena noticia para el puñado de hablantes que aún las usan, que por un motivo o por otro pueden haberse visto privados del acceso a ciertos temas y tecnologías en su lengua materna.

Evidentemente, las limitaciones a la hora de traducir seguirán vigentes. Las traducciones del traductor de Google distan mucho de ser perfectas, pero al menos son entendibles. Poco a poco irá mejorando y traduciendo de forma más acertada esos cientos de miles de páginas de Wikipedia aún por traducir.

Habrá que esperar a ver qué frutos produce este acuerdo en el futuro inmediato para estas lenguas en peligro de desaparición y para la comunidad en general.

Ni que decir tiene que la colaboración entre una compañía multinacional del peso de Google y una ONG sin ánimo de lucro como Wikipedia es un ejemplo a seguir. La misión de esta enciclopedia es poner el conocimiento al alcance de todos y totalmente gratis, superando barreras económicas y, ahora, idiomáticas. 

Otras compañías se han marcado retos igualmente loables, como es el caso de Apple, que tiene como objetivo reducir en la medida de lo posible su huella ecológica y de carbono. Para ello han anunciado ya varios programas de reciclaje de dispositivos, reutilizando componentes y vendiendo otros a terceras compañías, además de impulsando su programa de reacondicionados.