La realidad virtual (RV) es una tecnología de total tendencia, muy accesible en la actualidad y que está experimentando un gran boom en el sector de la salud. Esta experiencia tecnológica permite una inmersión total en espacios virtuales con los que puedes interactuar a través de un dispositivo específico.

Gracias a estos beneficios se está adoptando en muchas áreas de atención médica, incluidos el diagnóstico y el tratamiento, como la cirugía o la posterior rehabilitación. En este último aspecto es precisamente donde este artículo pone el foco.

Los usuarios se sienten inmersos en este entorno generado por la tecnología ya que estos reaccionan a los movimientos de los usuarios. Por lo tanto, la realidad virtual sirve para dar forma a un mundo virtual de forma realista. En el caso de la rehabilitación, puede ayudar en el movimiento de un paciente y ayudarle a hacer ejercicio de una forma que no se puede conseguir en la fisioterapia. 

Por ejemplo, alguien que sufra un daño nervioso puede practicar acciones cotidianas en un entorno digital seguro, como servir una taza de café o cortar un filete. Solo por poner un ejemplo, SenseGlove, una startup holandesa, ya ha creado un guante que ayuda a los programas de recuperación virtual mediante simulaciones de RV y entrenamiento háptico.

Además, tal y como explican algunos expertos, de esta forma e interactuando en un entorno virtual los pacientes parece que no se dan demasiada cuenta del dolor físico lo que les permite lograr su objetivo de manera más eficiente.

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A esto hay que sumarle que el proceso de rehabilitación convencional es de naturaleza repetitiva, lo que afecta negativamente a la motivación del paciente para superar los desafíos. 

Con todo esto, la realidad virtual se ha convertido en una importante herramienta terapéutica, frente a la forma convencional de rehabilitación. Estos son los grandes beneficios de la realidad virtual en el proceso de rehabilitación:

Accidentes cerebrovasculares

En este caso y como la RV es capaz de simular actividades de la vida real ayuda a los pacientes a mejorar sus capacidades psicomotrices.

Este entorno virtual, generado por unas gafas o un casco, permite construir una realidad paralela que es cambiante, lo que motiva al usuario a ser constante y efectivo con los ejercicios.

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Control del dolor

Por otro lado, la reducción de los dolores es otro ámbito donde la realidad virtual está generando cambios significativos, tanto que puede acabar con la dependencia de los pacientes de los analgésicos en un futuro cercano.

Resulta bastante llamativo que la RV pueda mitigar el dolor de los pacientes a la hora de realizar los ejercicios, pero está demostrado que su proceso de recuperación es más rápido y menos doloroso.

Rehabilitación del cáncer

Este es un tema bastante delicado pero la realidad es que la RV también mejora el estado de los pacientes con cáncer. Esta tecnología, al disminuir el dolor y mejorar la salud mental afecta enormemente al bienestar general estos pacientes. Aquí la realidad virtual actúa como terapia de distracción.

Por supuesto la quimioterapia es clave para poder hacer frente al cáncer pero cualquiera que se haya visto en este proceso o lo haya vivido con un familiar conoce los síntomas y las largas horas de espera: angustia, fatiga, trastornos del sueño, depresión, lo que aumenta la dificultad del paciente para cumplir con el tratamiento al afectar su calidad de vida.

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Por lo tanto, esta distracción inmersiva, por así decirlo, como la rehabilitación de realidad virtual, es efectiva cuando los pacientes pueden concentrarse en estímulos agradables en lugar de los síntomas.

Algunos sistemas de RV aún preocupan

La realidad virtual queda demostrada como una potencial aliada a la hora de la rehabilitación, pero como todo en la vida también hay aspectos negativos y que aún se están valorando. Por ejemplo, algunos sistemas todavía plantean preocupaciones sobre si realmente son efectivos con sectores como la personas mayores.

En particular, durante algunos ensayos realizados con sistemas inmersivos, estos han llegado a experimentar dolor de cabeza y mareos. Por otro lado, se sabe poco sobre el efecto de la realidad virtual si se lleva a cabo durante una actividad compleja, como caminar en una cinta con RV durante la rehabilitación tras un ictus, por ejemplo.

Sabiendo esto, es de gran ayuda con respecto a actividades menos complejas pero todavía hace falta mucha investigación para demostrar a futuro si la realidad virtual es eficiente en todos los entornos y sectores.