Puede haber decenas de razones por las que tu Internet va más lento de lo habitual, y quizás tu operador no tenga la culpa.

Y es que las velocidades más lentas de nuestro router WiFi pueden deberse a varias razones, incluidos objetos y actividades comunes del hogar.

Por ejemplo, la calefacción en el suelo puede causar grandes problemas en lo que respecta a la velocidad de Internet según informan desde Eye Networks.

Eso es un problema, sobre todo si tu hogar tiene varios pisos, y es que el metal involucrado en la calefacción por suelo puede hacer que el suelo sea aún más difícil de penetrar para las señales.

En este caso, debemos levantar el router del suelo y colocarlo en la ubicación más central de la casa.

Por otra parte, si tenemos nuestro router cerca de objetos metálicos, debes también alejarlos. Y es que nuestro router emite ondas de radio y son electromagnéticas, y significa que el metal puede absorberlo y reducir la potencia del WiFi.

El problema del agua y nuestro router

Y si utilizas hidrónicos para calentar la casa, también puedes enfrentarte a problemas de conexión. Y es que la calefacción hidrónica lleva agua líquida o gas que se mueve alrededor de las tuberías de la casa.

Y claro, el agua es otra sustancia mala para que las señales del WiFi lleguen a todos los puntos de nuestro hogar.

Esto se debe a que el agua absorbe la radiación enviada por el router, dejando una zona sin señal alrededor del área afectada.

Así que, si tienes el router cerca de grandes cantidades de agua como tuberías, muévelo a otro lugar.

Y quizás también entiendas la razón por la que los fabricantes de routers recomiendan que jamás pongamos nuestro router cerca de una pecera o cerca de un jarrón muy grande lleno de agua.