Si notas que tu conexión de Internet ha empeorado y te preguntas por qué tu WiFi va lento, puede haber varias razones detrás de este problema.

Lo primero que debes hacer es comprobar si la velocidad de tu conexión coincide con la que has contratado. Para ello, puedes usar una herramienta online de prueba de velocidad, como Speedtest o Fast.com.

Si la velocidad real es inferior a la contratada, hay algunos factores que pueden estar afectando al rendimiento de tu WiFi. Te explicamos las 10 razones más habituales y cómo solucionarlos de manera efectiva. 

Interferencia de otros dispositivos

Si tu conexión WiFi es lenta, puede que se deba a la interferencia de otros dispositivos que emiten ondas de radio. Estos pueden ser teléfonos inalámbricos, microondas, hornos eléctricos, etc.

Para evitar este problema, te recomendamos ubicar el enrutador en un lugar central de tu hogar, donde no haya obstáculos físicos ni equipos eléctricos grandes que puedan bloquear la señal.

De igual manera, selecciona un canal WiFi diferente al que usan tus vecinos o dispositivos cercanos. Por ejemplo, si tu router es de doble banda, es mejor que te conectes a la banda de 5 GHz, que tiene menos interferencias que la de 2.4 GHz.

Malware en el router

La seguridad en online es un aspecto clave para disfrutar de una conexión a Internet rápida y segura. Si notas que la velocidad se reduce de repente, puede ser que el router WiFi haya sido infectado por algún tipo de malware. 

Para evitarlo, es importante que mantengas el software antivirus actualizado en todos tus dispositivos y que realices escaneos periódicos para detectar posibles amenazas. 

También debes evitar descargar archivos o software de fuentes desconocidas o poco fiables, ya que pueden contener archivos dañinos que afecte al rendimiento de tu conexión.

Recuerda que el malware no solo puede dañar dispositivos individuales, sino también la red en general. Por eso, es fundamental que todos los dispositivos conectados, así como el enrutador, estén protegidos para garantizar una conexión rápida y segura.

Router viejo o desactualizado

Una forma de mejorar la velocidad de tu red es revisar el estado de tu hardware, como el router y el módem. Estos dispositivos pueden quedar obsoletos si no los actualizas cada cierto tiempo y no podrán aprovechar las velocidades de conexión más altas que hay hoy en día. 

Es aconsejable que cambies tu router cada pocos años para asegurarte de que funcionan bien. Consulta con tu proveedor de servicios de Internet para que te recomiende sobre modelos más modernos que sean compatibles con las velocidades actuales.

Ubicación del router

Un factor importante que afecta a la velocidad de tu Internet es la calidad de la señal, que depende en gran medida de la ubicación física de tu router. 

Si está en un lugar poco adecuado, como un rincón o detrás de objetos que bloqueen la señal, como paredes y muebles, la conexión puede volverse más lenta. Lo ideal es colocarlo en un sitio central y alto, donde no haya obstáculos ni dispositivos electrónicos que puedan causar interferencias. 

Cabe señalar que si tu casa es grande, puedes usar repetidores WiFi o una red de malla para mejorar la cobertura y mantener velocidades óptimas en toda tu casa.

El sencillo truco que soluciona errores de conexión en tu router WiFi al instante

Muchos dispositivos conectados a la misma red WiFi

Si usas varios dispositivos en tu red, el router debe repartir el ancho de banda entre ellos. Pero algunos equipos o aplicaciones pueden usar más ancho de banda que otros, y eso puede reducir la velocidad de conexión.

Por eso, muchos routers modernos tienen funciones de calidad de servicio (QoS), que te dejan elegir qué actividades o dispositivos son más importantes. 

De esta manera, puedes configurar tu enrutador para que dé preferencia a tareas esenciales, como hacer videollamadas o jugar en línea, y asegurarte de que funcionen bien aunque haya otros dispositivos conectados.

Tienes un plan con ancho de banda insuficiente

Si tu Internet va lento, puede que tu plan de velocidad no sea el adecuado para ti. Esto puede ocurrir si tienes muchos dispositivos conectados a la vez o si usas WiFi para actividades que consumen mucho ancho de banda. 

Para solucionar este problema, puedes contactar a tu proveedor de servicios y preguntarle por otras opciones de planes que se adapten mejor a lo que necesitas. Antes de hacerlo, es importante que sepas cuánta velocidad requieres para tener un buen rendimiento en general.

Exceso de programas en segundo plano

Para optimizar la velocidad de tu conexión WiFi, es fundamental que cierres las aplicaciones y programas que no estés usando, ya que pueden ocupar parte de tu red y ralentizar tu Internet. 

También se recomienda que desactives las opciones de actualización automática y descarga en segundo plano de tus dispositivos, especialmente si vas a realizar actividades que necesitan una buena conexión, como videollamadas o juegos online.

Uso durante horas punta

Cuando hay mucha gente en tu zona que accede a la red al mismo tiempo, la velocidad se puede reducir por el exceso de demanda. 

Para evitar este problema, puedes planificar tus actividades online para hacerlas fuera de las horas punta y opta por conexiones alámbricas en vez de WiFi para una conexión más fiable. También evita realizar tareas que requieran mucho ancho de banda durante estas horas. 

Fallas de servicio de tu proveedor de Internet

Un factor que puede influir en la calidad de tu conexión WiFi es el tipo de proveedor de servicios de Internet (ISP) que tienes contratado.

Algunos proveedores ofrecen una mayor velocidad y estabilidad que otros, dependiendo de la tecnología y la infraestructura que utilizan. Si experimentas problemas frecuentes, quizás te convenga cambiar de proveedor por uno que cumpla con tus necesidades.

Reinicia el router

Una forma sencilla de resolver los problemas de velocidad de Internet es reiniciar el módem. Esto puede ayudar a resolver algunos problemas técnicos que afectan la velocidad o la estabilidad de la señal.

Para hacerlo, sigue estos pasos: apaga el módem y desconéctalo de la toma de corriente. Espera unos 30 segundos y luego vuelve a conectarlo y encenderlo, esto debería solucionar los problemas de conexión por más sorprendente que parezca.