Es sorprendente la forma en la que, en ocasiones, se fusionan a tradición y la tecnología. No solo existen apps para practicar yoga o para felicitar la Navidad, sino que, a veces, incluso prácticas budistas se ponen de moda en las propias redes sociales. 

Eso es precisamente lo que desde hace tiempo viene sucediendo con la tendencia conocida como Silent Walking, que está llamando la atención poderosamente entre algunos usuarios en TikTok. Lo que en teoría podría traducirse en algo así como caminar en silencio, en realidad esconde mucho más detrás.

¿Qué es el Silent Walking del que se habla en TikTok?

Hasta cierto punto, puede ser natural que en un mundo contaminado por el ruido y en el que la tecnología cada vez tiene más presencia en las vidas de la gente y sus rutinas, en ocasiones se busquen formas clásicas de “desconectar” y encontrarse a uno mismo. Es ahí donde entran en vigencia prácticas como el Silent Walking. Algo que viene de muy atrás. 

El Silent Walking, también conocido como "kinhin" en el contexto budista, es una tradición que se remonta a los antiguos monasterios y los métodos zen. Originado en Japón, esta práctica se integró como un componente esencial de la meditación de esta disciplina. 

Después de sesiones intensivas de zazen (meditación sentada), los monjes realizaban el kinhin para mantener la concentración y la conciencia plena mientras se movían.

En el kinhin, el movimiento es lento y consciente. Los practicantes caminan en fila, con las manos en una posición específica y la mirada baja. La respiración acompaña cada paso, transformando un acto cotidiano en una danza meditativa. Este silencioso paseo busca trascender la dualidad entre la quietud y el movimiento, incorporando la atención plena en cada instante. 

Cómo hacer Silent Walking igual que en TikTok

De un tiempo a esta parte, muchos usuarios como @MindfulExplorer o @ZenVibesOnly han compartido los beneficios que supuestamente tiene el Silent Walking para el bienestar y la salud mental, empezando por su capacidad de reducir el estrés, mejorar la capacidad de concentración o potenciar la conciencia sensorial. 

A nivel físico, también existen recompensas de poner en práctica el Silent Walking, que al fin y al cabo es andar, como el fortalecimiento muscular o la estimulación sanguínea. Además, a diferencia de otras disciplinas como el simplemente salir a correr, se trata de un ejercicio que cualquiera puede realizar, se tenga la edad o la condición atlética que se tenga.  

Aunque el Silent Walking se puede hacer sin salir de casa, lo más natural es que busques un entorno tranquilo, ya sea en un parque, jardín o un jardín para hacerlo. Después solo hay que mantener una postura erguida, caminar despacio y respirar profundamente, siendo consciente en todo momento de aquello que te rodea. 

En definitiva, al adoptar esta práctica en nuestra vida cotidiana, puedes encontrar un refugio de paz en medio del frenesí moderno. Hay veces que las prácticas más sencillas y tradicionales pueden aportarte más que cualquier otra cosa, por simple que parezcan en su origen.