Puede que empieces a darte cuenta de que tienes un WiFi lento. Esta situación es mucho más compleja de lo que puede parecer y, de hecho, supone un problema para una enorme cantidad de hogares. Al ser un problema para los hogares lo que ocurre es que es complicado solucionarlo y más si se desconoce por completo el motivo del WiFi lento.

Las redes WiFi pueden ser afectadas por una enorme cantidad de variables. Entre las más comunes se encuentra la posición del router WiFi junto con la disposición de las diferentes estancias del hogar. Pero esto no es todo ya que hay ciertos elementos que hacen que una red ofrezca un WiFi lento sin ningún tipo de motivo aparente.

Pese a que la situación es complicada de identificar, no es imposible. De hecho, gracias a una serie de investigaciones se ha podido identificar un nuevo elemento el cual es capaz de hacer que el WiFi lento sea un problema más en los hogares. Este problema y sin extendernos demasiado son las persianas metálicas.

Las persianas metálicas son las culpables de que tengas un WiFi lento. Sí, este elemento destinado a protegerte de la luz del sol y hacer que tu casa no se caliente en verano es el causante de que no puedas ver Netflix a máxima resolución o descargar archivos de forma instantánea en tu hogar.

Este elemento de tu casa es el causante de que tengas un WiFi lento

Las ondas emitidas por el WiFi son absorbidas por las persianas de metal. Al ser las ondas absorbidas lo que ocurre es que el WiFi no consigue ofrecer su máximo rendimiento. Además, el problema no es solo las persianas metálicas es todo lo que sea metálico que esté rodeando tu router WiFi.

Tener muebles metálicos como estanterías cerca del router no es una buena idea. El metal sirve como un elemento que absorbe las ondas y no permite que lleguen a otras partes del hogar. Es recomendable en cualquier caso no rodear el router de metal o, en el peor de los casos, sustituir estas persianas por unas de plástico para mejorar las redes WiFi.

Evitar un WiFi lento está al alcance de tu mano. Gestionar la red inalámbrica de tal forma que su funcionamiento sea el adecuado es sencillo. Lo primero a tener en cuenta a la hora de gestionar una red inalámbrica es el lugar en el que se asentará el router, evitando así cualquier tipo de elemento o material que pueda interferir con la señal que genera.