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¿Qué es Brainjacking?

¿Qué es Brainjacking?
Foto del redactor Carolina González ValenzuelaFoto del redactor Carolina González Valenzuela

Redactora de Tecnología

En un mundo tan conectado como el actual, los dispositivos inalámbricos del IoT hacen que la vida de las personas sea más inteligente, pero a su vez, más vulnerable que nunca a los riesgos de seguridad. Uno de los más preocupantes hace referencia al brainjacking o el hackeo de los implantes neuronales.

En la actualidad, casi todos los dispositivos conectados pueden ser hackeados, desde los televisores hasta los vehículos inteligentes. En general, un ciberataque compromete el dispositivo de la víctima y controla su funcionamiento. 

Sin embargo, el problema más preocupante para el sector sanitario son los ciberataques a los dispositivos médicos implantados. 

Expertos en ciberseguridad afirman que ciertos dispositivos médicos conectados implantados en el cuerpo o el cerebro de un ser humano podrían ser secuestrados, lo que llaman Brainjacking.

¿Qué es el brainjacking?

El Brainjacking es un tipo de ciberataque en el que un hacker obtiene acceso no autorizado a los implantes neuronales de un cuerpo humano. Este ha sido objeto de debate en la ciencia ficción durante décadas, pero con los avances en la tecnología de los implantes está empezando a ser posible.

Los implantes cerebrales, también conocidos como implantes neurales, son microchips que se conectan directamente al cerebro de un ser humano para establecer una interfaz cerebro-ordenador en el cerebro que se ha vuelto disfuncional debido a problemas médicos.

Hackear los dispositivos implantados quirúrgicamente en un cerebro humano podría permitir a un atacante controlar la cognición y las funciones del paciente, lo que podría tener consecuencias no conocidas hasta ahora.

Una vez hackeados, los ciberatacantes podrían inducir cambios en el comportamiento y también podrían afectar al deterioro de la función motora, la alteración del control de los impulsos, la inducción del dolor, la modificación de las emociones o del afecto.

¿Qué es Brainjacking?

¿Cuáles son los beneficios de los implantes cerebrales?

Elon Musk habló recientemente de la posibilidad de un futuro en el que el hombre tenga implantes cerebrales por diversas razones, desde aumentar su memoria, hasta escuchar música. 

Su implante cerebral con chip informático conocido como Neuralink, promete también vincular los músculos del cuerpo con una máquina, con el objetivo de tratar lesiones y problemas neurológicos. 

Y es que, es solo un ejemplo de muchos que buscan mejorar nuestra calidad de vida. El tipo más común de implante cerebral es el conocido como ECP o sistema de estimulación cerebral profunda. Consiste en la implantación de electrodos en el interior del cerebro conectados a cables que pasan por debajo de la piel y que transmiten señales desde un estimulador implantado.

Este sistema de estimulación cerebral puede enviar pequeñas y precisas descargas de electricidad al cerebro para controlar la epilepsia, los temblores del Parkinson, los espasmos musculares o el dolor crónico. También incluso se ha ensayado para enfermedades como la depresión o el síndrome de Tourette. 

Implantes cerebrales nos permitirán controlar el ordenador

¿Cómo se hackean los implantes cerebrales?

Se prevé que el tamaño del mercado de los implantes cerebrales alcance los 8.290 millones de dólares en 2025. Esto corresponde a un número creciente de personas que utilizarán implantes cerebrales en el futuro próximo. 

Extraer de la mente de sus víctimas información relevante como el PIN de la tarjeta de crédito o la dirección, son solo la punta del iceberg de lo que se podía llegar a hacer.

La peor cara de estos hackeos podría materializare en la alteración, mediante un teléfono inteligente o Internet, de los ajustes de la estimulación para que los pacientes con dolor crónico sufran un dolor aún mayor del que experimentarían sin la estimulación. O un paciente con Parkinson podría ver inhibida su capacidad de movimiento.

En teoría, un hacker también podría provocar cambios en el comportamiento, como cambios en la conducta o generar enfermedades psicológicas como la ludopatía, o incluso ejercer influencia sobre la conducta del paciente estimulando partes del cerebro asociadas al aprendizaje, adoctrinamientos e incluso las radicalizaciones violentas.

Y es que, este control tan preciso del cerebro que se busca desarrollar, unido al control inalámbrico de los estimuladores, también abre una oportunidad para que los atacantes vayan más allá de los daños más sencillos como el control de las bombas de insulina o de los implantes cardíacos como los marcapasos, y se adentren en un ámbito de ataques profundamente preocupantes como los mencionados.

Cabe señalar que estos hackeos serían difíciles de llevar a cabo, ya que requerirían un alto grado de competencia técnica y la capacidad de seguir a la víctima.

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¿Cuál es la solución a este inminente problema?

Se han propuesto soluciones para hacer que los implantes sean más resistentes a los ciberataques, pero los fabricantes de estos dispositivos se encuentran en una posición difícil a la hora de intentar implementar características de seguridad. Hay un equilibrio entre el diseño de un sistema con una seguridad perfecta y un sistema que sea realmente útil en el mundo real.

Básicamente, los implantes están muy limitados por el tamaño físico y la capacidad de la batería, lo que hace que muchos diseños sean inviables.

Y es que, estos dispositivos deben ser fácilmente accesibles para los médicos en caso de emergencia, lo que significa que alguna forma de control de "puerta trasera" es casi una necesidad. 

A medida que se aprueben para el tratamiento de más enfermedades, se abaraten y adquieran más funciones, cada vez habrá más pacientes a los que se les implanten. 

Esto es algo positivo en general, pero, al igual que una Internet más compleja e interconectada dio lugar a mayores riesgos de ciberseguridad, los implantes cerebrales más avanzados y generalizados supondrán objetivos tentadores para los delincuentes. 

Ciberseguridad

Pensemos en lo que podría hacer un ciberterrorista con acceso a esos chips neuronales, de, por ejemplo, un político o el propio Elon Musk y el chantaje que esto podría generar al tener la capacidad de alterar la forma de actuar y pensar. Suena a ciencia ficción, pero es poco probable que estos escenarios permanezcan en nuestro imaginario para siempre.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos publicó un borrador de directrices previas a la comercialización, para la ciberseguridad de los dispositivos médicos.

El borrador incluye recomendaciones para los fabricantes de estos dispositivos conectados a Internet sobre la evaluación de la ciberseguridad para garantizar la protección contra las ciberamenazas.

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Conclusión

Aunque el alcance de los implantes cerebrales parece muy prometedor, un solo incidente de brainjacking puede malograr su reputación y plantear dudas sobre su seguridad y utilidad. Por eso es importante abordar esta cuestión antes de que los chips lleguen al mercado general.

Además, es necesario reforzar las medidas de ciberseguridad, que incluyen el cifrado, la gestión de la identidad y el acceso, la aplicación de parches y la actualización de la seguridad de estos implantes cerebrales para minimizar los casos de brainjacking. Es necesario educar a los médicos y a los pacientes para que tomen precauciones contra estos ataques.

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Redactora de Tecnología, especializada en inteligencia artificial y ciberseguridad.

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Etiquetas: Salud, Médicos, futuro