Ya llevamos unos días probando los nuevos teléfonos y os hemos dado nuestras primeras impresiones de los modelos Pro. Sin embargo, los protagonistas de este artículo van a ser los dos iPhone 13.

Y, como os dijimos ayer, no es una review, simplemente unas primeras impresiones para que sepáis lo que os vais a encontrar si decidís comprar el 13 normal o el 13 Mini.

Vamos a empezar estas impresiones del iPhone 13 hablando del diseño, pero muy brevemente porque salta a la vista que son idénticos a la generación anterior si exceptuamos dos detalles.

El primero es el notch, evidentemente. En los nuevos iPhone tenemos un notch algo más chato en los laterales, pero también un poco más alto. Esto puede no tener importancia en los modelos más grandes de iPhone, pero en el 13 Mini creedme que se nota.

Eso sí, es algo puramente estético porque iOS 15 no aprovecha ese espacio para poner absolutamente nada y, de hecho, en vídeos con formato 18:9 como los nuestros vemos que hay más notch dentro de la imagen, algo que no pasaba tanto con el 12 Mini.

Además, en algunas apps está dando problemas, como en Instagram. Es, evidentemente, algo que se solucionará mediante una actualización, pero no deja de ser molesto en estas primeras horas.

Si nos vamos a la trasera y los laterales, tenemos los marcos de aluminio con textura, que me encantan porque el agarre es muy cómodo, y una trasera con cristal brillante en lugar de mate como en los Pro. Y sí, se quedan bastante las huellas, aunque también depende del color que elijáis, claro.

Y si queréis una funda, en el unboxing os mostramos cómo quedan los diferentes colores y ya os decimos que el acabado es muy premium en la mano, además de ser compatibles con MagSafe.

El otro cambio del que hablábamos era el del módulo de cámara. Sobresale más que el de la generación anterior y, además, las cámaras están en diagonal en lugar de en vertical.

Puede parecer un cambio caprichoso, pero realmente no es así. Y es que, Apple ha introducido en los iPhone 13 y 13 Mini el mismo sensor que tenía el año pasado el 12 Pro Max -análisis-, un sensor enorme de 12 megapíxeles que, además, tiene estabilización mecánica.

El sistema de estabilización está en el propio sensor y eso garantiza mejores resultados en foto y vídeo, ya que es algo que sigue siendo puntero en el segmento de los móviles.

Y bueno, la grabación a 4K60 sigue siendo una auténtica maravilla en estos iPhone 13 gracias tanto al sensor como a la estabilización y al rápido enfoque.

En los iPhone 13 también vamos a tener el modo cinemático que nos permite hacer una especie de modo retrato en vídeo, y es algo que ya estamos probando a base de bien en los Pro de cara al análisis de la semana que viene.

Lo cierto es que los resultados, cuando la situación acompaña, son muy buenos y el funcionamiento es realmente sencillo.

En fotografía, el sensor principal se porta muy, muy bien, como el del 12 Pro Max. Tenemos una gestión de los colores más natural que en otros móviles con un procesado más agresivo, pero si queremos, también vamos a poder usar diferentes perfiles de color que gestionan muy bien el balance de blancos, pero aplicando diferentes perfiles con colores más saturados, más contrastados, mas fríos o cálidos.

Es algo que nos ha gustado y que va a dar mucha vida a la app de fotos. Eso sí, seguimos sin tener el modo ProRaw en estos modelos ‘no Pro’ y, además, también perdemos la opción del macro que sí tenemos en los iPhone 13 Pro.

El gran angular también es nuevo y más grande, por lo que capta más luz y es algo que tenemos ganas de probar de noche, pero no es el mismo que encontramos en los iPhone 13 Pro.

Bueno, y… ¿qué pasa con lo demás? Lo cierto es que en el interior y en la pantalla también tenemos cambios, pero en estos días de uso no he notado una mejora demasiado evidente en mi uso.

Bueno, la batería sí, ya que el iPhone 13 ahora es capaz de ofrecer un día entero de uso intensivo sin despeinarse, algo que no era posible el año pasado y Apple asegura que el 13 Mini también dura una hora y media más que el 12 Mini, algo que tendremos que probar, pero que es una mejora muy bien recibida.

El SoC es el A15 y lo cierto es que todo va exactamente igual que en los modelos del aó pasado con el A14 y puede que la culpa sea de la pantalla.

Y es que, en este aspecto tenemos los mismos paneles OLED y Super Retina XDR, como los llama Apple, que el año pasado. Son 6,1” o  5,4” en el Mini y sí, se ven genial, pero el refresco sigue siendo de 60 Hz.

No tenemos ese refresco adaptativo hasta 120 Hz que tan bien sienta a los Pro y sí, es una diferencia importante a la hora de jugar o, simplemente, al navegar por apps. iOS 15 va muy suave, pero una vez pruebas el 13 Pro… es complicado volver al iOS a 60 Hz.

Lo que sí tenemos, y se agradece en exteriores, es una pantalla con un brillo típico más alto, de 1.000 nits frente a los 800 nits del panel del año pasado.

Y hasta aquí nuestras primeras impresiones del iPhone 13 y del iPhone 13 Mini, dos teléfonos cuyo análisis tendremos listo para la semana que viene, pero primero, ya sabéis que estamos con el 13 Pro ‘normal’ para ofreceros nuestra opinión lo antes posible.