El Sindicato de Guionistas de América (WGA) comenzó la huelga el 2 de mayo, y parece que la cosa va para largo. Así que Netflix se ha unido al resto, y ha comenzado a cancelar acuerdos globales y mandar a todo el mundo a casa... sin cobrar.

Medio planeta conoce a los actores y directores de las series más populares. Son grandes estrellas mediáticas que tienen sueldos con muchos ceros, y ganan mucho dinero con la publicidad. Pero su profesión, su fama y su dinero serían imposibles sin el gremio de guionistas, que escriben las tramas y los diálogos de esas series que ven millones de personas.

Pese a que son imprescindibles, son también el eslabón más débil. Salvo un puñado de guionistas estrella, el resto tiene sueldos bajos, muchas horas de trabajo que roza casi la explotación, y nulo reconocimiento.

Con el coste de la vida por las nubes por culpa de la inflación, el recorte de presupuestos de las plataformas de streaming porque ninguna genera ingresos suficientes, y la sombra de la inteligencia artificial generativa, que amenaza con sustituirles, el Sindicato de Guionistas de América ha ido a la huelga.

Las plataformas toman medidas drásticas

Ya hubo una huelga de guionistas similar en 2008, que duró meses. Muchas series se paralizaron, otras se cancelaron, y algunas contrataron a guionistas amateurs fuera del sindicato, que dieron lugar a series y temporadas malísimas.

La industria tuvo pérdidas de cientos de millones, y los espectadores también sufrieron las consencuencias, con la paralización de sus series favoritas, o el bajón de calidad.

Ahora las cosas pintan igual de mal. Los guionistas han ido a la huelga para pedir un aumento de salario, y las plataformas televisivas han reaccionado de la misma forma: cancelando los acuerdos globales. Netflix ha sido la última.

Según cuenta Deadline, vía Hobbyconsolas, Netflix ya ha tenido que paralizar los rodajes de las nuevas temporadas de Stranger Things y Cobra Kai, y no ha podido iniciar otros rodajes ya acordados.

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Lo que ha hecho es cancelar los acuerdos con los showrunners y los guionistas, de manera que aquellas producciones que no han empezado, se anulan. Otras se detienen hasta que termine la huelga.

En algunos casos los productores o showrunner siguen cobrando, pero en la mayoría nadie de los implicados en los acuerdos cancelados cobra, hasta que se reanude dicho acuerdo.

La huelga de guionistas es mala para todos, porque todas las plataformas necesitan usuarios, y eso solo se consigue con nuevas series y nuevas temporadas de calidad. Sin contenido, o si está mal escrito, los usuarios huirán debido a la gran competencia. Y Netflix es la más perjudicada, porque es la que más series produce con diferencia.