Hace un año, el 30 de noviembre de 2022, se lanzó el famoso ChatGPT, marcando el inicio de lo que se considera el año clave y el boom de cara al consumidor de la inteligencia artificial. 

Con 100 millones de usuarios semanales, según las cifras de OpenAI, este chatbot ha sido usado en todo tipo de ámbitos y sectores, y la inteligencia artificial generativa se considera la plataforma más influyente desde la llegada del iPhone en 2007.

Su impacto en la sociedad es innegable, convirtiéndose en un fenómeno viral en cuestión de días y atrayendo a millones de usuarios. Esta herramienta de IA generativa ha demostrado el poder de esta tecnología, pero su éxito también ha expuesto las vulnerabilidades de esta novedad.

Las preocupaciones sobre desinformación, estafas y discriminación han surgido, poniendo sobre la mesa los problemas éticos que van de la mano de la inteligencia artificial. La capacidad de ChatGPT para generar lenguaje convincente y muy similar al humano también ha facilitado la creación de información falsa y engañosa.

ChatGPT cumple un año pero todavía queda mucho por hacer y por mejorar

Este primer año de ChatGPT ha sido toda una locura y merece ser mencionado en los libros para dejar constancia del poder de la inteligencia artificial —y eso que solo es un chatbot—.

Pese a los temores de muchos, la realidad es que la tecnología se ha vuelto parte de la vida cotidiana, y el próximo año podría traer cambios, como la inevitable y necesaria regulación de la inteligencia artificial —aunque es probable que se retrase hasta 2025—.

A medida que ChatGPT y otras IA generativas se integran en la rutina de muchos, se espera que todos esos grandes problemas que se esconden detrás poco a poco se solucionen y la población sea más consciente del poder que tiene tanto para lo bueno como para lo malo.

El segundo año de ChatGPT no cabe duda de que será crucial para establecer normas en el comportamiento humano en su uso y para resolver todos estos desafíos que han quedado más que claros durante 2023.