La evolución de la inteligencia artificial (IA) podría estar a punto de experimentar una transformación, más, con la aparición de Q*, un nuevo modelo de IA desarrollado por OpenAI que promete no solo enseñar matemáticas a la IA, sino también avanzar hacia la SuperInteligencia Artificial. 

A diferencia de ChatGPT, conocido por su habilidad en el procesamiento de lenguaje natural, Q* se enfocaría en una tarea más estructurada y objetiva: resolver problemas matemáticos. Algo que hasta ahora es un reto para la inteligencia artificial.

Según los informes de Reuters y The Information, Q* habría demostrado ser capaz de realizar matemáticas a nivel de primaria, un hito que parece modesto, pero que implica un gran avance. La habilidad para resolver problemas matemáticos implica un entendimiento y un razonamiento más profundo, cualidades esenciales para alcanzar la Inteligencia General Artificial (AGI).

Sin embargo, el potencial de Q* ha generado opiniones variadas. Por un lado, Q* podría ser un avance en la combinación de algoritmos de aprendizaje y búsqueda, pero muchos expertos consideran que su nivel de matemáticas no sería suficiente para llegar a la AGI, según recoge MIT.

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Por otro lado, figuras como Elon Musk han restado importancia a sus capacidades, sugiriendo que otras tecnologías podrían superar a Q* en complejidad y versatilidad.

Ahora bien, visualicemos un aula donde Q* asiste a estudiantes con sus tareas matemáticas, explicando conceptos y solucionando ecuaciones. Este escenario no solo revolucionaría la educación, sino que también marcaría un paso hacia sistemas de IA capaces de aprender y adaptarse de manera más autónoma.

Ni OpenAI ni Microsoft han confirmado aún Q*

Sin embargo, es importante manejar estas expectativas con cautela. A pesar de los informes, ni OpenAI ni Microsoft, su principal inversor, han confirmado públicamente la existencia de Q*. Este silencio recuerda a situaciones anteriores en el campo de la IA, donde las afirmaciones exageradas han sido seguidas por correcciones y aclaraciones.

Más allá de las especulaciones, un avance significativo como el que se atribuye a Q* tendría repercusiones amplias. No solo redefiniría el alcance de la IA  sino que también podría reforzar la posición de Microsoft en el mercado tecnológico, dada su considerable inversión en OpenAI.

Q* se presenta como un modelo prometedor que podría llevarnos un paso más cerca de la SuperInteligencia Artificial. Aunque todavía rodeado de misterio y especulación, su desarrollo es un recordatorio de lo rápido que avanza el campo de la IA y de cómo estos avances podrían remodelar nuestro mundo.