Actualmente, existen pocas dudas de que la inteligencia artificial está en el ojo del huracán. Para algunos, esta tecnología ayudará a facilitar la vida de muchas personas, mientras que otros sostienen que supondrá un grave peligro para que la mayoría de gente pueda preservar su puesto de trabajo. Incluso expertos como Bill Gates o Elon Musk han opinado al respecto. 

Por supuesto, tampoco faltan quienes tienen una visión más catastrofista y vaticinan el fin del mundo. Mientras tanto, algunos investigadores intentan revelar hasta qué punto una herramienta como ChatGPT puede mejorar la productividad de los trabajadores. ¿En qué casos es más beneficiosa? ¿Existen realmente razones para temerla? Esto es lo que dice un nuevo estudio. 

Los beneficios de utilizar ChatGPT

Según algunos expertos, existen muchos trabajos para los que ChatGPT puede ser sorprendentemente útil. 

Así lo sostiene un reciente y exhaustivo estudio llevado a cabo por Innovations in Education and Teaching International. En su caso, han utilizado la inteligencia artificial de OpenAI para una tarea concreta: planificar viajes educativos para estudiantes en todo el mundo. 

La investigación, en la que han participado científicos de la Universidad de Portsmouth y la Universidad de Plymouth, sostiene que ChatGPT organizó un viaje por el Reino Unido de un día, para que los estudiantes colaborasen en la limpieza de una playa. Una labor cuya organización y gestión hubiese llevado días de trabajo a los profesores, pero que con la IA se desarrolló en horas.

Así presencié cómo copiaban la voz de un CEO con inteligencia artificial para engañar a su propia empresa

Los responsables del trabajo aseguran que en su caso concreto han orientado la tarea a su campo, pero que ChatGPT puede ser igual de útil para muchos otros. Sobre todo por una razón sencilla: su capacidad para aumentar la productividad, recortando mucho el tiempo y facilitando la logística de diferentes tareas. 

Con todo, los científicos tienen claro que la IA puede ser una ayuda, pero no sustituir las labores que llevan a cabo los humanos. 

Son tajantes, por ejemplo, al afirmar que la presencia humana es imprescindible “a la hora de resolver cualquier imprevisto o problema que surja a la hora de la verdad”. Adversidades que, en teoría, la IA también puede aprender de los trabajadores poco a poco. 

La inteligencia artificial a juicio

Algo similar llevó a cabo hace poco menos de un año el Instituto Tecnológico de Massachusetts o MIT, para comprobar si realmente ChatGPT suponía una mejora para la productividad de los trabajadores. En su caso, distribuyendo la herramienta entre diversos profesionales de distintos campos: marketing, redacción, consultoría, análisis de datos y recursos humanos.

Tras comparar los resultados que llevaban a cabo quienes utilizaban la IA de OpenAI y aquellos que no, sus conclusiones fueron bastante contundentes. El uso de ChatGPT aumenta la productividad y mejorar la calidad del trabajo en un 40% y 18%, respectivamente. 

Pero quizá lo más sorprendente de todo es que quienes usaron el chatbot se encontraron más felices o contentos llevando a cabo su trabajo. 

¿Demuestran estos casos que, en efecto, el uso de la IA y ChatGPT entre los trabajadores tiene más virtudes que inconvenientes? Así parecen sugerirlo aunque, no obstante, todo parece indicar que el culebrón tiene todavía mecha para largo.